Condenan a José María Girard a pagar fuerte suma de dinero a un árbitro, por agredirlo

Un árbitro de fútbol deberá ser indemnizado con 25 mil pesos más intereses de 11 años por el ex arquero José María "Tati" Girard, quien lo golpeó violentamente en la cara y le produjo fracturas durante el partido disputado en nuestra ciudad en noviembre de 1999, entre el Club Atlético Buenos Aires al Pacífico (B.A.P., de Junín), y el Club Argentino de Rojas.
Además, la Cámara Civil y Comercial de Junín revocó la condena que abarcaba a la Asociación del Fútbol Argentino (A.F.A.), ya que el hecho -es decir la trompada-, resultó "inevitable hasta para un organizador prudente y razonable".
El partido se jugó el 3 de noviembre de 1999 entre ambos equipos, por el Campeonato Argentino "B", organizado por el Consejo Federal de la Asociación del Fútbol Argentino.
Según lo determinado por la Justicia, durante el juego, el arquero de Argentino, José María Girard (quien vive desde hace años en Junín) le pegó una trompada al árbitro Fernando Lincon, en desacuerdo por una decisión del referí.
Los camaristas Juan José Guardiola y Ricardo Castro Durán revocaron la condena dirigida a la A.F.A., ya que "en este caso, en el que no está discutido que el demandado Girard, durante el desarrollo del partido y en forma imprevisible, le aplicó al árbitro un golpe de puño en el rostro; resulta indudable que tal daño es inevitable hasta para un organizador prudente y razonable".
"Resulta claro que no puede condenarse a la A.F.A., ya que no existió ningún hecho suyo, o de un dependiente -Girard no lo era ni siquiera tomando un concepto amplio de dependencia-, o de una cosa de la que se sirve o tiene a su cuidado; que, conectado con algún factor de atribución objetivo o subjetivo, pueda engendrar responsabilidad por el evento aquí debatido", señalaron los jueces.

Condenas confirmadas para Girard, B.A.P. y Argentino de Rojas

Sí en cambio ratificaron las condenas dirigidas al arquero y a los clubes de fútbol que disputaron el encuentro.
"Se ha acreditado una minusvalía física derivada de las fracturas de órbita y de maxilar, cuya incidencia ha sido estimada por el perito Rosas en el 31,36 por ciento de la capacidad total, pese a que el informe médico acompañado por el propio accionante, la estimaba en un 22 por ciento", agregó el fallo de la Cámara, que fijó el monto indemnizatorio en cinco mil pesos por incapacidad sobreviviente y otros veinte mil por daño moral.