TRIPLE HOMICIDIO

“Gracias, amigos”: en la puerta del súper, los vecinos recordaron a los ciudadanos chinos

Entre los ciudadanos de Junín, también se encontraban la madre de “Lili”; el cuñado y papá de "Eric", que arribó en estos días desde China para despedir a su hijo. “Se fue”, exclamó mirando hacia el cielo y tomándose la cabeza, llorando desconsoladamente.

Fue un sábado triste, pero a pesar del dolor nadie quiso perderse la oportunidad de despedirse de tres personas muy queridas que se habían ganado un lugar en el corazón de todos los juninenses que alguna vez pasaron por el supermercado “Sky” y recibieron una sonrisa de regalo acompañada del “gracias, amigo”.
En la mañana de ayer, decenas de vecinos del barrio El Picaflor y de distintos puntos de la Ciudad se acercaron al local de calles 25 de Mayo y Bernardo de Irigoyen donde fueron asesinados Weng Chan Xiu (30), alias “Eric”; su pareja, Zuang Zhehzhu (30), alias “Lili”, y Chen Whanwe (43), que eran propietarios.
Alrededor de las 11, los ciudadanos y familiares de las víctimas entregaron sus ofrendas sobre la vereda, en la que dejaron flores, velas y carteles con mensajes en honor a “sus amigos”, las tres víctimas de nacionalidad china que fueron masacradas entre la noche del miércoles y madrugada del jueves (22.53 – 0.21).
“Eran tan buenos”, intentó consolar una vecina al padre de Eric que llegó a Argentina -desde China- en estos días, para darles el último adiós. El velatorio se realizó en la sala Dos reis, de nuestra ciudad. “Gracias amigos”, expresó el familiar en varias ocasiones, llorando desconsoladamente. 
Todos se acercaron a él a darle un beso y un fuerte abrazo. Una sociedad dolida y sensible estuvo presente en un momento difícil, demostrando apoyo y cariño.   
“Lili” y “Eric” conformaban una simpática pareja de orientales que atendían en el supermercado donde fueron asesinados. Eran eficientes, cordiales y tenían la sonrisa a flor de boca. Hace algunos meses habían enviado a su hija para que la criaran en su país natal.
El hombre había comentado recientemente, que pensaba viajar a China para pasar unas vacaciones, pero tiempo después expresó que había abandonado por el momento ese proyecto.
Cuando se terminaba la compra, o en algún momento de la charla, se acortaban las distancias con el cliente con un “gracias, amigo”. Con esas palabras, con un fuerte significado de agradecimiento mutuo, ahora se despidió la gente.
“Siempre los recordaremos en los momentos de alegría y tristezas. Si me faltaba dinero, ellos siempre me decían ‘para mañana’. Los quiero mucho,” expresa un papel aferrado a la cinta perimetral de la policía que resguarda la puerta de entrada de la esquina.
Al grito de justicia, en un momento se hizo un fuerte aplauso y un abrazo infinito entre los presentes. “Se fue Eric”, exclamó su padre mirando hacia el cielo y tomándose la cabeza. Aun nadie puede creer lo que sucedió y es triste ver las persianas cerradas del local. No hay consuelo.
“Todo Junín está mal, todos estamos sufriendo por ellos y los queremos muchísimo”, dijo una mujer que, junto a otras personas, continuaba arribando a la zona.
En diálogo con Democracia, el cuñado de Eric expresó: “Eran buenas personas y atendían bien. Pedimos justicia. Soy de Capital Federal y hoy (por ayer) llegué a Junín”.
Quienes los conocían por ser clientes del negocio de Bernardo de Irigoyen y 25 de mayo, con seguridad conservarán un grato recuerdo de ellos, que dejaron su tierra natal para buscar nuevos horizontes y, lejos de ella, sus vidas tuvieron un trágico final.

Captura internacional 
Los sospechosos del brutal triple crimen de los ciudadanos chinos, cometido en el supermercado de Junín, fueron detenidos el viernes en el aeropuerto de Dubai, donde aterrizaron a las 16 (hora de la Argentina) para hacer escala, ya que tenían como destino final la República Popular China.
Tras el pedido de captura internacional, En la Terminal 3, la pareja asiática estaba siendo esperaba por agentes de la PFA Interpol, que la arrestó de inmediato y la trasladó a una dependencia de la capital de Emiratos Árabes. 
Según la guía del vuelo, los presuntos homicidas –identificados como Pochnzhou Hai y Pochnlin Rong- habían despegado el jueves (mismo día del crimen) a las 21.30, desde Ezeiza, en el vuelo 248, en un Boeing 777 de la línea Emirates, e hicieron escala en Río de Janeiro, Brasil.
Además, los detectives juninenses lograron interceptar y secuestrar al remís que los esperó en Chacabuco (previamente contratado) donde hicieron el trasbordo, ya que los sospechosos circulaban en el auto de alquiler que habían tomado en un principio en Junín, para escapar de la escena del crimen, a las 0.40 del jueves, con intenciones de llegar a Retiro. En ese vehículo arribaron a un hotel de Buenos Aires, en el que pasaron varias horas, y luego los trasladó hacia el sur del conurbano para tomar un avión con rumbo a Asia.
Se cree que los atacantes llegaron a Junín esa tarde del 27, entre las 18 y 19, para trabajar en el comercio, en el cual, horas antes del siniestro desenlace, habrían mantenido una fuerte discusión con las víctimas. 
Personal ligado a la causa afirmó a Democracia que una amenaza de la mafia china derivó en el trágico asesinato dentro del supermercado. Y que, además “las víctimas habían sido intimidadas pocos días antes del ataque”.
También, trascendió que los malvivientes robaron dinero en efectivo de la caja de seguridad ubicada en el entrepiso del mercado y la recaudación del día; además la CPU en la que se encontraban las imágenes de las cámaras de video.

“Vinieron para cometer el hecho”
En diálogo con TeleJunín, la fiscal del caso, Dra. Vanina Lisazo expresó: “Los asesinos vinieron a través de una red social de la comunidad china, destinada a ubicar trabajadores para los supermercados. Llegaron para ocupar el rol que antes había tenido otro matrimonio”, confirmó.
“Son pareja, y vinieron con la intención de cometer el hecho, por eso no solo es criminis causa sino premeditación, con el homicidio o sin el homicidio pero con el robo. Lo vamos a tener que determinar, pero lo sabemos porque el remís ya lo tenían contratado con anterioridad para volverse a Buenos Aires ese mismo día, a pesar de que venían a trabajar”, remarcó.
“Mi hipótesis es que el móvil principal no es el robo, porque justamente en la experiencia que tenemos, el tipo de muerte que ellos tuvieron habla de mucho odio, ensañamiento, e intencionalidad de ocasionar sufrimiento más allá de lo normal”, explicó.
“Creo que el móvil va mucho más allá. No sé si es como consecuencia de que robaron, o simularon robar. Algunos faltantes hay”, indicó Lisazo. Y agregó: “Hay que ubicar cuándo entraron los autores a Argentina, el movimiento bancario, si había otro tipo de intencionalidad”.
 “Ahora quedó aprehendida una de las empleadas del supermercado que vimos en las cámaras tuvo intercambio con los homicidas. Seguimos investigando y no descartamos ninguna conexión con nada, hasta no tener cerrada la investigación”, concluyó.

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