Uno de los asaltantes de la vivienda del contador quedó detenido ayer, luego de ser identificado por las víctimas del ilícito a través de registros fotográficos y prendas de vestir que el propio malviviente habría utilizado en el robo, pero el cómplice continúa prófugo, informaron fuentes policiales a Democracia.
El violento asalto ocurrió el viernes pasado, en una casa situada en Aparicio 168, en el barrio 9 de Julio de Junín, cuando dos malvivientes ingresaron a punta de pistola, y tras golpear y maniatar a la familia, huyeron con dinero en efectivo.
La persona detenida fue identificada por la policía, a través de una comunicación oficial, como Juan Cruz Quiroga, de 24 años, domiciliado en calle Borchex y 17 de Agosto de esta ciudad.
El fiscal del caso, Sergio Terrón, de la UFIJ 5 de Junín, pidió la detención de Quiroga, quien se presentó a declarar ante el funcionario del Ministerio Público.
Tras una “jugosa herencia”
Según pudo reconstruir este diario de fuentes con acceso a la investigación, los malvivientes, que son oriundos de Junín, contaban con un “dato” que resultó ser falso y fueron en busca de una “jugosa herencia” en efectivo que nunca existió. Furiosos, los hampones, que tienen un frondoso prontuario, golpearon al propietario de la casa, Hernán Sans, y luego lo ataron junto a su familia, dándose a la fuga con alrededor de 20 mil pesos en efectivo, pero molestos porque el botín que habían ido a buscar nunca existió.
El atraco
El viernes por la noche, cerca de la medianoche, ladrones armados, encapuchados y con guantes ingresaron a robar por el fondo de una vivienda ubicada en el barrio 9 de Julio, más precisamente en Aparicio 168.
El atraco fue cometido con gran violencia, ya que los delincuentes golpearon y ataron con precintos a toda la familia. "Fue de terror", expresó a Democracia Sans, dueño de la vivienda.
Según relató la víctima, se encontraba en el interior de la casa con su esposa, sus tres hijos y una prima de la mujer cuando dos personas entraron a robar y se llevaron dinero y una cadenita. "Fue una locura, me vieron que estaba y rompieron el vidrio para entrar", exclamó Sans.
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