Más allá de los cuatro colombianos que fueron detenidos por usar inhibidores del cierre centralizado para cometer hurtos dentro de los automóviles, el martes, un particular hecho delictivo ocurrió en la Ciudad.
En el corazón de Junín, en la vía pública, un sujeto que estaba rompiendo uno de los cristales laterales de una camioneta, con intención criminal, huyó tras alertar la presencia del dueño que regresaba al lugar donde la había dejado estacionada, con quien cruzó algunos gritos.
Tras el momento de tensión, el sospechoso se dio a la fuga sin dejar rastros o conocer cuál era su destino elegido.
De esta manera, el hombre, confundido por el episodio, se subió a su pickup Ámarok y se marchó rápidamente del lugar, con destino a Ruta Nacional 188 tomando dirección hacia avenida Circunvalación, sin sospechar que estaba siendo perseguido por desconocidos.
En ese sector de la periferia, fuera del casco urbano de la Ciudad, pensando que todo había terminado, el conductor detuvo la marcha del rodado en la banquina para realizar un llamado telefónico y contar lo sucedido.
Momentos después, y de imprevisto, se estacionó a la par un automóvil del cual descendió un delincuente y sustrajo, del interior de la camioneta, un portafolio con chequeras y documentación importante para la víctima, según informaron a Democracia.
Aún no quedó claro si la intención de los autores del ilícito era perpetrar el robo en el centro de Junín, donde inicialmente ocurrió la rotura del vidrio, ya que el sujeto se dio a la fuga al notar la presencia del dueño que se acercaba al rodado.
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