LA MENOR FUE SECUESTRADA AYER A LA SALIDA DE LA ESCUELA Y HOY APARECIÓ MUERTA

El mensaje de WhatsApp de uno de los captores: "Patri, tengo a tu hija Naomi"

Hubo tres audios de los secuestradores a la mamá de la adolescente apenas la capturaron. Después hubo una llamada en la que le pidieron a la familia "30 mil pesos y drogas". La joven, que había sido capturada en Flores, fue encontrada sin vida en el auto de los delincuentes.

Los captores de Xiomara Naomi Méndez Morales, la adolescente de 15 años secuestrada ayer en el barrio porteño de Flores y hallada hoy muerta en la localidad bonaerense de Ituzaingó, tardaron 20 minutos en comunicarse con la madre de la víctima vía WhatsApp para anunciarle que la tenían secuestrada y que querían un rescate, informaron fuentes de la investigación.

“Patri, tengo a tu hija Naomi”, fue lo que le dijo el secuestrador a Jéssica Patricia Morales Pérez, la madre de la víctima, en la primera de tres breves llamadas de voz de la aplicación WhatsApp que la mujer recibió desde el celular de su hija.

Una fuente policial contó que en la segunda comunicación, el delincuente le dijo a la madre: “Llamame rápido, urgente” y en la tercera, tuvo un breve contacto con su hija.

Siempre según las fuentes, en esa tercera llamada de WhatsApp, Patricia escuchó a un hombre que decía “decile dónde estás” y oyó el llanto de su hija y luego su voz que le llegó a decir: “No me hicieron nada”.

Esas tres llamadas fueron realizadas a las 17.50hs., es decir unos 20 minutos después de que Naomi saliera del colegio y se subiera al auto de sus captores.

La madre detalló en la denuncia realizada en la comisaría que más tarde recibió una nueva llamada desde el celular de su hija en la que uno de los secuestradores le dijo que si no entregaba “30.000 pesos y drogas” no la volverían a ver más.

Todo comenzó cerca de las 17:30hs. de ayer, cuando la joven salió de la escuela, ubicada en el cruce de la avenida Carabobo y José Bonifacio, en el barrio de Flores, y fue capturada por los delincuentes, que la obligaron a subir a un Fiat Duna rojo, en el cual se la llevaron secuestrada.

Según los investigadores, los delincuentes amordazaron a la adolescente y le ataron los pies y las manos, le taparon los ojos y la obligaron a tirarse en el piso en la parte trasera del auto.

Una de las sospechas es que la adolescente conocía a los dos hombres que se la llevaron cautiva y que, por eso, se subió al vehículo sin pensar que la iban secuestrar.

Mientras tanto, uno de los captores se comunicó con los familiares de la chica, ambos de nacionalidad peruana, para decirles que la tenían secuestrada y les exigieron unos 30 mil pesos y drogas como rescate para liberarla sana y salva, dijeron las fuentes.

El padre de la adolescente, quien aparentemente se dedica a la compra y venta de vehículos usados, pactó con los secuestradores el pago del rescate y llevó el dinero a un punto de entrega, en el cruce de la avenida Boedo y Chiclana.

Según las fuentes, los delincuentes cobraron el rescate y huyeron del lugar, pero no liberaron a la víctima, sino que escaparon con ella en el mismo vehículo hacia la zona oeste.

Sin embargo, a esa altura, efectivos de la División Antisecuestros de la PFA ya estaban siguiendo a una distancia prudencial el auto con los captores.

Según la policía, al llegar al Acceso Oeste, a la altura del partido de Ituzaingó, el auto Duna evadió un control policial de rutina y comenzó una persecución que culminó en la colectora y la calle De la Guitarra.

Allí el auto chocó contra otro vehículo y los policías detuvieron a los dos delincuentes. En ese momento, observaron y descubrieron a la adolescente que estaba tirada y desvanecida en el piso del asiento trasero, por lo que la trasladaron de urgencia al Hospital Brandsen, ubicado en la zona, donde se determinó que ya estaba fallecida.

Esta mañana la policía trasladó a una seccional a los delincuentes detenidos mientras eran agredidos e insultados por vecinos.

Tal como publicara EL DIA en su edición de ayer, el domingo último dos jóvenes fueron secuestrados en City Bell y liberados varias horas después, tras ser golpeados, en la zona sur del Conurbano bonaerense.

Si bien el caso se maneja con un hermetismo casi absoluto, se supo que por las víctimas, que serían amigos entre sí, las familias pagaron rescate y fue recién entonces que los liberaron.

Detalles del horror

Fuentes policiales explicaron que la chica estaba tapada con una manta y tenía cinta de embalar enroscada por todo el cuello y la cara, lo que le obstruía las vías respiratorias, y además tenía un cinturón de seguridad en el cuello. “Creemos que murió asfixiada por las condiciones en las que la tenían, aunque no descartamos una asfixia mecánica intencional", dijo un jefe policial.

Al ser requisado el auto, la policía encontró un bidón lleno de nafta, lo que hace sospechar a los investigadores que planeaban incinerar y deshacerse del cadáver y quizás del Duna. También se recuperaron los 30.000 pesos del rescate e incautaron en el vehículo una pistola calibre 9 milímetros, una faca y precintos plásticos.

Los detenidos fueron identificados por las fuentes como Luis Alberto Fernández (40) y Martín Cortez (36), quienes esta mañana fueron llevados a la sede de la División Operativa Central mientras eran agredidos e insultados por vecinos. Ambos serán indagados mañana por la fiscal, que aguarda el resultado preliminar de la autopsia y además pidió la colaboración de los funcionarios de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (Ufese), a cargo del fiscal federal Santiago Marquevich.

Conocía a los captores

Una tía de Xiomara Méndez Morales, la adolescente de 15 años que fue hallada muerta en un auto en el partido bonaerense de Ituzaingó tras ser secuestrada a la salida del un colegio del barrio porteño de Flores, aseguró hoy que uno de los captores es un remisero conocido de la familia.

"Lo conocíamos, es remisero en una remisería de Flores, trabaja ahí y nosotros lo veíamos siempre", contó Caterine en declaraciones a la prensa.

La mujer relató que su sobrina fue capturada cuando salía de la escuela con una compañera y de repente esta persona la llamó por su nombre desde la esquina. "Ella se volvía caminando pero el hombre la llama y ella le dijo a la amiga 'uy, me vinieron a buscar' y se fue. Por eso sospechamos desde el principio que era alguien conocido", agregó.

Caternine recordó que, tras el secuestro, la amiga de su sobrina describió a esa persona como "bajito, morocho, gordito" y que, luego, con la descripción del auto secuestrado, supieron que se trataba de ese hombre. "Es como si fuera un familiar, allegado, muy conocido de la mamá" de la joven secuestrada, explicó.

La mujer también recordó que una vez iniciado el secuestro, y cuando se estaba por efectivizar el pago del rescate, los delincuentes, que siempre se comunicaron con los padres de Xiomara por el WhatsApp instalado en el celular de la joven, la dejaron hablar con ella. "Un ratito pudo habar con la mamá, pero no se escuchaba, sólo lloraba, como si le taparan la boca", detalló la mujer. "Si era un conocido era obvio que no la iban a entregar", concluyó.

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