Un hombre quedó detenido en la localidad bonaerense de Salto acusado de haber asesinado de 22 puñaladas a su mujer y luego simulado que se había tratado de un robo cometido por tres delincuentes, informaron fuentes policiales.
Tras mantener su versión de los hechos durante más de un día, el ahora imputado admitió ante la policía haber cometido el crimen por motivos pasionales.
Fuentes policiales informaron que todo comenzó la madrugada del viernes, en una casa del Barrio 57 Viviendas de Salto, donde la víctima, una joven de 26 años, vivía junto a su pareja, de 29.
El relato del hombre
Cerca de las 3, el hombre, que trabajaba como depos-tador en un frigorífico de la zona, llamó a la policía local y denunció que habían entrado a robar a su casa y asesinado a su mujer a puñaladas.
Según las fuentes, cuando los policías fueron hasta la escena del crimen, constataron que la mujer estaba muerta y que había recibido 22 puñaladas en el cráneo, cuello y abdomen.
En ese momento, el depostador contó a los investigadores que él estaba por salir a su lugar de trabajo cuando fue abordado por tres delincuentes enca-puchados con fines de robo.
De acuerdo a esa versión, los asaltantes atacaron a la pareja y asesinaron a la mujer a puñaladas, dijeron los informantes.
Versión sospechosa
Al inspeccionar la escena del crimen, los detectives hallaron lugares revueltos y signos de presunto robo, aunque el denunciante, que había dicho que él también había sido atacado, sólo presentaba algunos raspones y otras lesiones superficiales.
Los pesquisas comenzaron a sospechar del hombre ya que las heridas que presentaba bien podrían haber sido auto inflingidas, por lo que buscaron más pruebas en ese sentido.
"Los peritos advirtieron que no había un mismo patrón en la producción de las heridas de la mujer y del hombre", contó un jefe policial que participó de la pesquisa.
El investigador señaló que, en tanto, luego se encontraron prendas de vestir y guantes de látex ensangrentados en el techo de la casa de la pareja, tras lo cual, las sospechas se centraron aún más sobre el hombre.
Los pesquisas también comenzaron a entrevistarse con los vecinos de la víctima que comentaron que ella y su pareja tenían problemas y peleaban con frecuencia, indicaron los voceros.
Además, para los investigadores la pareja era trabajadora pero humilde y no tenían muchos valores para que les robaran, por lo que esa hipótesis perdió fuerza.
Lo abrumaron las pruebas
El sábado a la mañana, ante las pruebas recolectadas que lo incriminaban, el hombre terminó por confesar el crimen a la policía.
Siempre de acuerdo al jefe de la fuerza consultado, el sospechoso admitió que hubo una discusión de pareja por motivos pasionales.
"Aparentemente, tenían una mala relación", explicó el informante, que añadió que la joven asesinada también trabajaba en el mismo frigorífico de Salto que su pareja.
Ante esa situación, el fiscal Guillermo Massaroni, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 del Departamento Judicial Mercedes, ordenó la detención del hombre. El depostador quedó preso desde el mediodía del sábado y durante la tarde fue indagado por el fiscal a cargo de la causa.
DRAMA PASIONAL EN SALTO
Mató a su mujer a puñaladas y simuló un robo
Al inspeccionar la escena del crimen, los detectives hallaron lugares revueltos y signos de presunto robo, aunque el denunciante, que había dicho que él también había sido atacado, sólo presentaba algunos raspones y otras lesiones superficiales, lo que despertó sospechas.
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