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El bypass une la autopista de la Ruta 5 con el Acceso Oeste.
EL NUEVO TRAMO CONECTA LA AUTOPISTA RUTA 5 CON EL ACCESO OESTE

Por inseguridad, conductores evitan el bypass de Luján

Se trata de hechos vandálicos que se registran en esa zona. Los automovilistas denunciaron que en horas de la madrugada reciben impactos de piedras que arrojan desde un puente.

Por los reiterados hechos vandálicos en el reciente tramo inaugurado en la Autopista 5, en inmediaciones de la Universidad Nacional de Luján que conecta con el Acceso Oeste, algunos automovilistas volvieron a transitar por el viejo camino, pasando por el tradicional puente de la ciudad mencionada, evitando ser protagonistas de los incidentes que se registran en ese lugar, cuando en horas de la noche personas desconocidas arrojan piedras a los vehículos.
Uno de los transportistas chivilcoyanos, Gabriel Oballe recibió cuatro impactos en el parabrisas de su camión que le provocaron una lesión en un ojo. Al dialogar con La Razón de Chivilcoy, sostuvo que “a pesar de los reiterados hechos vandálicos, el nuevo tramo de la Autopista 5 sigue de la misma manera, sin iluminación y sin alambrado en los puentes. A raíz de esto estoy haciendo un desvío por el viejo camino, ya que no tengo ganas de pasar por ese lugar y que se vuelva a repetir la agresión”.
Y agregó que “ese tramo lo evito al desviarme por la Ruta 47, paso por el restaurante TC y por el viejo puente de Luján. El trayecto de la autopista da miedo, es una boca de lobo y es tierra de nadie”.
“Nadie se ocupó para tratar de revertir los hechos vandálicos que se registran en esa zona, la gente teme pasar por ese lugar y muchos hacen lo mismo que yo”.
Cabe destacar que los ataques se realizan en horas de la madrugada, aproximadamente desde la 4 en adelante. “No anda ningún patrullero, sigue todo igual. No puede ser que uno venga a trabajar con el miedo de recibir un piedrazo en el parabrisas”.
Sobre la denuncia radicada por la agresión que sufrió el 23 de mayo, Oballe, dijo: “La hice en la Comisaría de Torres, que funciona en la estación del ferrocarril, y se hicieron otras más, pero solo quedan acumuladas. Lo que me dijo la Policía es que no tiene medios para ir a cubrir los dos puentes desde donde arrojan las piedras. Dicen que tienen un patrullero para recorrer diez barrios. Se hace imposible recorrer todos los lugares”.

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