El 29 de agosto próximo, en el Tribunal Oral Criminal de Junín Nº 1 comenzará el juicio por el fallecimiento de Sol Medialdea y Miguel Ángel Colombo, quienes perdieron la vida en un trágico siniestro vial ocurrido el jueves 3 de marzo de 2016 sobre Ruta Nacional 7.
La muerte de Miguel Ángel Colombo (57) y de Sol Medialdea (19), cuando regresaban a nuestra ciudad, causó una profunda conmoción entre los vecinos, tanto por la gran cantidad de amigos y conocidos de ambos como por la forma en que se desencadenó el final de sus vidas.
Colombo se desempeñaba desde hacía varios años como inspector de fiscalización preventiva de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), delegación Junín, era padre de familia y estaba próximo a jubilarse.
Por su parte, Sol Medialdea era familiar del ex jefe de la AFIP, Luis Rabadán (recientemente jubilado) e hija de Silvia Santillán.
Si bien en un principio la causa se caratuló como "doble homicidio culposo", con intervención del Departamento Judicial Junín, fuentes judiciales señalaron a Democracia que se trataría de un “homicidio presuntamente doloso agravado” por circunstancias de un delito paralelo que se está investigando en otra causa.
Una de las principales hipótesis es el probable cambio de conductores luego de haberse llevado a cabo el siniestro vial.
El accidente
Alrededor de las 21, a la altura del kilómetro 237, en inmediaciones del acceso a la localidad de O´Higgins, en el partido de Chacabuco impactaron con violencia un automóvil Volkswagen Bora, que se desplazaba hacia nuestro medio, y una utilitaria Peugeot Partner, que iba en sentido contrario, con trágicos resultados, ya que fallecieron dos ocupantes del V.W., los junineneses Miguel Ángel Colombo y Sol Medialdea, debido a las graves lesiones experimentadas.
En tanto, tras el choque frontal registrado a pocos metros del puente que divide los dos Partidos (Junín y Chacabuco), habían sufrido lesiones los ocupantes de la utilitaria (dos ciudadanos bolivianos) y otras tres mujeres que viajaban en el Bora, y debido a las heridas de gravedad, todos ellos fueron derivados de urgencia al Hospital Interzonal de Junín.
El tránsito vehicular estuvo interrumpido en ambas direcciones, motivando que debieran trabajar a destajo los efectivos policiales y los Bomberos Voluntarios de O´Higgins.
La Policía Científica del Departamento Judicial Junín había dispuesto que se realicen pericias en el lugar del trágico hecho.
Destino trágico
A Miguel Ángel Colombo, de 57 años, le habían detectado una delicada enfermedad que lo había obligado a realizar un tratamiento en Capital Federal.
El jueves 3 de marzo, después de numerosas sesiones médicas y de una recuperación en alza, recibió la noticia de que los resultados de sus últimos estudios habían sido más que satisfactorios y que, incluso, en poco tiempo recibiría el alta médica.
Contento, emprendía el regreso desde Buenos Aires a Junín con su esposa, Alejandra Orrico, y su hija Delfina. Pero cuando todavía se hallaban en suelo porteño encontraron a las hermanas Sol y Milagros Medialdea, amigas de Delfina, puesto que la primera de ellas había ido a rendir un examen universitario.
Viendo que las chicas pensaban volverse en colectivo y que en su Volkswagen Bora quedaba espacio suficiente, Colombo les ofreció traerlas a esta ciudad y de ese modo se inició el fatídico retorno.
Fuentes confiables señalaron que los cinco ocupantes del auto llevaban colocado el cinturón de seguridad y revelaron que la ubicación de cada uno dentro del vehículo era la siguiente: Colombo al volante; a su lado, su mujer; detrás de Colombo, su hija; en el medio del asiento trasero, Sol Medialdea y a su lado, Milagros Medialdea. Cabe recordar que el coche colisionó de manera frontal con una Peugeot Partner conducida por José Quispe, de nacionalidad boliviana, junto a Freddy Quispe, natural del mismo país.
Cabe recordar que Milagros Medialdea estuvo internada en una clínica privada juninense con un cuadro clínico complicado, y fue la más afectada de los cinco heridos que dejó la colisión. Fue sometida a una operación en el abdomen y le fue quitado un vaso sanguíneo con una buena evolución.
Por otro lado, Alejandra Orrico y Delfina Colombo, esposa e hija del hombre fallecido en el choque, evolucionaron de manera favorable tras las heridas sufridas, mientras que los bolivianos José y Freddy Quispe, tripulantes de la Peugeot Partner estuvieron fuera de peligro.
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