Con el tango en la sangre

Hija de un cantante de tangos, Mary estudió los pormenores de la música ciudadana con el maestro Héctor Raúl Bianco. Es que, como le gustaba tanto este género, quería “hacerlo bien” y por eso creía que “había que estudiar”.
“Una noche me presenté en La Ranchería –recuerda– cuando estaba estudiando con don Bianco. Ahí se hizo una gala con todos sus alumnos y yo canté cuatro tangos. Para mí ése fue otro sueño cumplido”.
En los shows, cuando puede y ve que hay tangueros presentes, canta algún tango. Sin embargo, este género sigue siendo una asignatura pendiente para ella. “Siempre digo que no me voy a morir sin grabar un CD de boleros y tango, con guitarras criollas y bien hecho”, concluye.

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