RECONOCIDO CARDIÓLOGO Y MENTOR DE "847 ESTACIÓN DE ARTE"

Normando Córdoba: “El arte y la medicina se enriquecen mutuamente”

Se radicó en Junín para ejercer su profesión y una vez aquí, abrió un centro cultural ubicado en el barrio Villa del Parque, donde se desarrollan eventos literarios, musicales y de artes plásticas.

Parece evidente que su infancia y primera juventud en Río Cuarto natal influyó de manera decisiva en la vida de Normando Córdoba en los años posteriores.
Hijo de un reconocido cardiólogo, luego él mismo terminó siguiendo medicina y, más aún, la misma especialidad. Y aunque lo hizo “casi por descarte, más que por vocación”, enseguida se “enganchó” en la carrera y terminó ejerciéndola con pasión.
En aquellos años en Río Cuarto, en su casa también había una atmósfera muy relacionada con el arte: mucha música –tango, jazz, clásica, bosa nova–, una interesante colección de cuadros originales propiedad de su madre y un padre que era “un lector increíble, un enciclopedista total”, según la definición de Normando.
Por eso no resulta extraño que, muchos años después y ya radicado en Junín, el doctor Córdoba haya sido el fundador y factótum de “847”, un espacio de arte enclavado en el barrio Villa del Parque.

Médico
Córdoba se recibió de médico en 1990 e hizo la residencia en cardiología en el Hospital Italiano de Buenos Aires. Luego, hizo un posgrado en Ecocardiografía en Estados Unidos.
Cuando todavía estaba en California, el cardiólogo José Magni se contactó con él y le comentó “que había un proyecto para que la gente de Cardiología del Hospital Italiano viniera a Junín a una clínica nueva, que era La Pequeña Familia”.
El proyecto le interesó y cuando volvió de Estados Unidos pasó unos meses en Río Cuarto y posteriormente se instaló en Junín.
Así fue como permaneció durante quince años en La Pequeña Familia: “Pudimos desarrollar lo que nosotros queríamos, éramos todos desconocidos acá, así que fue muy de a poco, se armó un buen grupo y en términos médicos nos fue muy bien”.
Desde hace dos años, Córdoba está trabajando en la Clínica Centro, “con un nuevo proyecto, quizás un poquito más ambicioso”. Y continúa con la atención en consultorio.

“847 Estación de Arte”
Más allá de lo artístico y cultural que pasaba por su casa de Río Cuarto, Normando entiende que eso era “una semilla tirada en una tierra absolutamente yerma, seca”, y que germinó en su etapa como universitario.
A modo de hobby se dedicó a la guitarra y a la lectura.
Hace un tiempo Córdoba buscaba un lugar donde irse a vivir y se imaginaba un espacio en donde pudiese funcionar un club de lectura, con “un living amplio en el que pudieran entrar 14 o 15 personas y donde también se pudiera colgar una pantalla grande para ver cine”.
Después de meses de búsqueda, dio con un sitio en Villa del Parque. “Un galpón totalmente destruido, pero con mucha potencialidad”, dice.
“Voy a hacer un espacio de arte donde haya distintos tipos de actividades culturales”, pensó entonces Normando. Y así nació “847 Estación de Arte”.
En cuanto al concepto del lugar, Normando asevera que todavía “se está armando”. Entre los años 2012 y 2014 estudió Literatura, hizo cursos de arte e intercambió conceptos con especialistas en distintas materias, como la reconocida curadora de arte Luciana García Belbey o el pintor y filósofo “Grillo” Ortiz.
Para seguir sumando ideas, en Junín se vinculó con interesados de diferentes ramas, como Gustavo Pera, “Juani” Rusticci, María Rosa Fernández Othacehe y Ariel Casas, entre otros.
“847“ inauguró con una muestra en 2015. Ese año también funcionó un cine club, a cargo de Salvador Rosselli.
Y el proyecto que nació en el mismo momento y aún continúa es el club de lectura, en el que un grupo se junta una vez por semana luego de haber leído algún cuento para analizarlo y charlar sobre eso. “Es como una peña en la que se habla sobre literatura –resume Córdoba–, y acá ninguno es un líder de opinión, somos todos iguales y se respetan todas las ideas, se puede discrepar pero no descalificar”.
Pero en este centro cultural se hizo mucho más en este año y medio de funcionamiento: se presentó Pablo Finamore con tres obras distintas; hizo lo propio el Ensamble Cáustico de Alfredo Rosenbaum; Gabriel Grätzer presentó un libro sobre la historia del blues en la Argentina; Patricio Sánchez hizo un espectáculo de jazz, tango y música clásica contemporánea; en el ámbito literario, dieron conferencias Lucía Caleta (docente de Literatura en la Universidad de New York), los escritores Carlos Gamerro, Sylvia Iparraguirre y Juan José Becerra; también hubo muestras de cuadros, fotos y demás. Es decir que se desarrollaron numerosos eventos en un abanico artístico es muy amplio.
“La idea de todo esto es el encuentro, alrededor del arte, pero un encuentro al fin”, dice Normando.

Combinación
Para Córdoba, la medicina y su afición por lo artístico “conviven perfectamente” en su persona.
Y profundiza: “El costado humanista que te da el gusto por las cuestiones artísticas, cuando lo volcás a la medicina, suma. Y cuando a este hobby, que podría ser tocar la guitarra o ver cine, le volcás la disciplina, la constancia y ese deseo de superación que me da la medicina, también lo mejora. Creo que el arte y la medicina se enriquecen mutuamente”.