PROFESIONAL DE EXTENSA TRAYECTORIA Y DESTACADO VIOLINISTA LOCAL

Hugo Fusé: “La música me abrió caminos”

Como agrimensor, trabajó en el ferrocarril, en vialidad, y en el municipio. En tanto, formó parte de orquestas y grupos de tango, folclore y música clásica. Actualmente tiene un cuarteto de cuerdas.

Hugo Fusé no escapó a su destino ligado a la música. En tiempos de las grandes orquestas locales, como las de los maestros Bianco, Viora o López, su padre era el director una no menor: la Bristol.
Allí participó con sólo 13 años y desde entonces, el violín fue su compañero inseparable.
Aún cuando nunca vivió de la música, siempre estuvo a su lado: en Junín, La Plata, San Nicolás, Río Negro y todos los lugares donde residió.
Hoy encabeza un cuarteto de cuerdas con jóvenes músicos, a quienes les inculca su pasión por el instrumento.

Música en Junín
Fusé nació en Junín y estuvo relacionado desde muy chico con el arte, ya que su padre era músico, profesor de violín y director de una orquesta típica. Por eso empezó a estudiar el violín desde muy chico y completó su formación en el Conservatorio, cuando su director era Juan Pérez Cruz.
Tenía apenas 13 años cuando su padre empezó a llevarlo a tocar con él en la Bristol. “Recuerdo los bailes de carnaval del Club Sarmiento, que se hacían en el Salón Víctor Hugo”, evoca.
Más adelante, cuando cursaba el último año del colegio Nacional, formó el conjunto Neo Tango, con Oscar Velilla en piano, Carlos Buono y Edgardo Gómez en bandoneón, Félix Racca y Edgardo Capponi en violín, Manuel Giambrone en contrabajo, y los cantantes Alfredo Peter y Jorge y Raúl Gallardo.

A La Plata
El conjunto se disolvió cuando algunos miembros siguieron sus carreras universitarias.
Fusé se mudó a La Plata para estudiar ingeniería. Al mismo tiempo, empezó a trabajar en el ferrocarril, donde permaneció unos siete años. Finalmente, se cambió de carrera e hizo la de agrimensor.
“En esos tiempos el violín había quedado un poco de lado –cuenta– porque, si bien integré algunas orquestas, se me hacía complicado ensayar”.
No obstante, se presentó en algunos Night Clubs. Además, seguía teniendo vínculos con Junín y en ocasiones tocaba con su padre los fines de semana.
Por aquel entonces, abrió junto a otros amigos el boliche bailable E’Mao, con lo que sus viajes a Junín se hicieron más frecuentes.

Destino: Río Negro
Fusé se casó, dejó el ferrocarril y se fue a San Nicolás a trabajar en la empresa Burgwardt, una constructora especializada en caminos y obras públicas.
Más adelante, le ofrecieron trabajo en la Dirección de Vialidad de Río Negro. Así fue como se radicó en Carmen de Patagones.
En ese momento retomó la música: “Tenía un vecino que era un buen guitarrista y empezamos a juntarnos para despuntar el vicio. Por su intermedio conocí un conjunto que hacía música clásica y me integré: había una soprano y la acompañábamos con un clarinete, piano y dos violines. A la vez, me conecté con el cuarteto Amanecer, que tenía bastante trayectoria en Patagones y se había quedado sin violinista, y me incorporé. Con ese cuarteto de tango tuve varias actuaciones”.
Por esos años también solía juntarse a hacer música clásica con dos compañeros de trabajo de Vialidad: un ingeniero chileno que era violinista, y un agrimensor que tocaba el piano.
No conforme con eso, tuvo además un cuarteto de cuerdas.
Inclusive, participó de una prueba para entrar a la Sinfónica de Bahía Blanca. “Me fue bien, pero finalmente decidí no dejar lo que tenía en el sur y decliné esa posibilidad”, explica.
Luego se juntó con Pascual Lupio, “un muy buen músico”, con quien armó un grupo para hacer música folclórica.

Regreso a Junín
En 1990 le surgió la posibilidad de volver a Junín, cuando se iba a empezar a hacer la obra de la red de gas natural. “Como yo tenía cierta experiencia en licitaciones, me convocaron para ese grupo y entré a la municipalidad”, señala.
Al año siguiente, el entonces intendente, Abel Miguel, lo designó como secretario de Obras Públicas, donde estuvo hasta 1995. Luego siguió como subsecretario, permaneciendo en ese puesto hasta el año 2003.
“Si bien la municipalidad me llevaba mucho tiempo –comenta– aproveché mi vuelta para seguir con la música. Lo primero que hice fue conectarme con Oreste Lapadula y armamos un cuarteto de tango con Pocho Luca y Walter Dusjesieski”.
Tiempo después, se armó una orquesta de cámara, dirigida por Raúl Romano, de la que Fusé formó parte. Según dice, esa orquesta “tuvo bastante repercusión y se mantuvo hasta 2003, cuando dejó la intendencia Miguel, porque ya no se le dio más apoyo municipal”.
Posteriormente, Hugo se fue juntando para tocar “con diferentes músicos y amigos”, y en la actualidad está al frente de un cuarteto de cuerdas ahora tengo un cuarteto de cuerdas.

Balance
Después de la municipalidad trabajó en la obra de la Ruta 7, en La Picasa, y luego se dedicó a su profesión de manera particular.
Respecto de la música, dice que le gustaría “dedicarle más tiempo”, y al momento de hacer un balance, afirma: “La música me dejó muchas amistades y me abrió caminos para conocer gente. Es muy agradable cuando uno encuentra un ensamble, cuando se produce esa sintonía en donde todo surge espontáneamente”.