None
LA COLUMNA INTERNACIONAL

Los apuros de Obama

La controvertida técnica de la “fractura hidráulica” para la producción de hidrocarburos es una de las principales razones de ser de la franca mejoría de la economía norteamericana y de la buena perfomance de la canadiense.
Mientras tanto, en el sur del continente americano, a solo cuatro meses del Campeonato Mundial de Fútbol, retornaron las movilizaciones de protesta que pusieron en jaque, el año pasado, a la Copa de Confederaciones, también de fútbol. ¿Corre peligro el Mundial?

Estados Unidos

Todos los febreros, el presidente de los Estados Unidos habla ante el pleno del Congreso a través de un discurso, al que se conoce como “el estado de la Unión”. Barack Obama tituló el suyo de este año como “Opportunity for All”, oportunidad para todos.
Y es que, precisamente, por allí pasa la clave del humor social en la primera potencia mundial.
Luego de cinco años de dificultades, la economía norteamericana marcha muy bien con un crecimiento estimado en el 4,1 por ciento anual del Producto Bruto Interno y una desocupación –la más baja en cinco años- que se ubica en un 6,7 por ciento de la población activa. Datos que corroboran que la crisis ya pasó.
El problema es que los beneficios de la superación de la crisis no llegan a todos los sectores sociales. Las encuestas marcan que el 81 por ciento de los entrevistados piensa que solo benefician a los más ricos.
En su discurso, Barack Obama le dijo al país que no va a esperar un “derrame” como suele proponer el neoliberalismo. A renglón seguido, advirtió al Congreso –con mayoría republicana en la Cámara de Representantes- que si no aprueba sus propuestas distributivas, las llevará a cabo por vía de decretos.
En tal sentido, postula un incremento del salario mínimo por hora de los 7,75 dólares actuales a 10,10 dólares. Dada la estructura federal de Estados Unidos, el salario mínimo nacional solo es indicativo, cada Estado resuelve el propio. Pero, el presidente fue más allá y aumentó un 40 por ciento los salarios más bajos de la administración federal.
La prisa de Obama por atacar la cuestión tiene mucho que ver con el humor social. La última encuesta publicada indica que la popularidad del presidente es solo del 43 por ciento y con tendencia al descenso.
El discurso sobre el Estado de la Unión también contuvo otros tópicos. Uno de ellos es que Obama quiere apurar la reforma migratoria. Ocurre que si el crecimiento económico se sostiene en el tiempo, la desocupación puede trocarse en una necesidad de mano de obra, en particular, calificada.
En materia de política internacional, el presidente defendió el acuerdo sobre la cuestión nuclear con Irán y amenazó con vetar cualquier resolución que amplifique el embargo sobre aquel país, algo con que amenaza la mayoría republicana en la Cámara Baja.
Es que esa mayoría trabó un sinnúmero de iniciativas presidenciales. Desde la quiebra de la administración durante el año pasado en la disputa por el sistema de salud, hasta la inmigración y el cierre de la prisión de Guantánamo, en la base homónima que los Estados Unidos poseen en la isla de Cuba. La oposición siempre se las arregló, por ejemplo, hasta ahora, para impedir el cierre de esa prisión abierta por George Bush al negar el traslado de los detenidos sin acusación al territorio continental.

Petróleo

Sin duda, la prudente y a la vez importante conducción de la Reserva Federal –Banco Central- de Ben Bernanke fue central en la recuperación económica. Primero, porque inyectó fondos al sistema para superar la crisis bancaria y ahora porque achica esas inyecciones, paulatinamente a medida que la economía se recupera.
Pero, en no menor medida, el incremento impactante de la producción petrolera estadounidense, debido a la técnica del “fracking” o fracturación hidráulica, acredita buena parte del actual impulso productivo. Fue del 15 por ciento durante el año pasado y se espera un aumento del 10 por ciento, adicional, para el presente. Impactante.
El empleo de esta técnica, cuestionada por los ambientalistas en todo el mundo, llevaría a Estados Unidos al rango de producción de su mejor momento que fue en 1970. Crecería hasta el 2016 y desde el 2020 comenzaría una nueva etapa de declive.
¿En qué otros lugares del mundo se dispone el empleo del fracking? De momento, en Ucrania, Siberia, China y la Argentina con Vaca Muerta.

Canadá

    
Y lo mismo ocurre en Canada, donde el petróleo de las rocas bituminosas de Alberta configura una reserva que ya comenzó a ser explotaday que cambia por completo la ecuación energética para convertir al país en un exportador neto.
A tal punto que la discusión ecológica ya no consiste aquí en la explotación sino en el transporte propiamente dicho, mientras comienza la construcción de dos súper oleoductos.
El primero –Northern Gateway- servirá para exportar al Lejano Oriente y por tanto unirá las provincias de Alberta con un nuevo puerto en el norte de la Columbia Británica. El otro –Keystone XL- va desde Alberta hasta el Golfo de México en Estados Unidos.
Contra ambos militan grupos ecologistas, comunidades autóctonas, población de Columbia Británica. Pero, la batalla está casi perdida, los dos gobiernos tanto el norteamericano como el canadiense aprobaron la construcción de sendos oleoductos.
A diferencia de Estados Unidos, Canadá siempre fue un país considerado modelo. El respeto por la ley, por lo público, por la democracia y por los derechos de los ciudadanos fue ejemplar.
Pero los malos ejemplos cunden. La radio-televisión pública CBC –insisto, pública, no privada- reveló que el Centro de Seguridad de las Telecomunicaciones estaba en condiciones de espiar todos los aparatos electrónicos utilizados por los particulares en las áreas de los aeropuertos.
Si bien el espionaje canadiense aseguró que nunca se había dedicado a espiar a los ciudadanos de su país, dicha afirmación es puesta en duda. Aunque parezca mentira, también en Canadá los gobiernos se excusan en la seguridad para socavar la libertad.

Brasil

Las grandes “fiestas” deportivas se han convertido, contrariamente a cuanto buscan sus organizadores, en vidrieras para protestas contestatarias. Nadie sabe a ciencia cierta si algo grave o no ocurrirá desde este fin de semana con los Juegos Olímpicos de Invierno que se llevan a cabo en Sochi, Rusia.
En Brasil, a mediados de año, se juega el Campeonato Mundial de Futbol. País futbolero por excelencia, los gastos del Mundial constituyen la excusa para la movilización anti torneo. Así, los movilizados reclaman por inversiones en transporte, salud y educación.
El colectivo de los protestatarios ya tiene nombre, Anonymus, y organizó con escasa participación y bastante violencia protestas en Sao Paulo, Rio de Janeiro, Recife y Goiana. Por detrás se mueve un grupo anarquista violento conocido como Black Bloc. Y, por delante, un movimiento especializado en la protesta por el transporte denominado “Pase Libre”, que protagonizó los incidentes de esta semana.
Pretenden heredar a las movilizaciones de junio pasado del movimiento “Pase Libre” que pretendía la gratuidad del transporte. Como siempre ocurre, su radicalización llevó a la desmovilización. Veremos ahora pero, desde ya, la consigna es de difícil concreción: “el mundial no se hará”. 

COMENTARIOS