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VIDA SANA

Menos sal, más calidad de vida

La mortalidad por enfermedades cardiovasculares constituye la primera causa de muerte en la Argentina y sus índices no se modificaron en los últimos 20 años, a diferencia de lo que ocurre en países desarrollados, donde se registró un marcado descenso, en especial por la reducción de la prevalencia de tabaquismo.
La Argentina forma parte de un fenómeno extendido a nivel mundial, ya que es en los países en vías de desarrollo en los que la mortalidad por estas causas cobrará mayor importancia, en especial por la elevada prevalencia de diversos factores de riesgo: presión arterial elevada, tabaco, colesterol elevado y sobrepeso-obesidad.
La modificación de los factores de riesgo es una premisa fundamental a poner en práctica para disminuir la mortalidad por causas cardiovasculares.
Claudio Majul, director del Consejo de Hipertensión Arterial de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), explicó que la Hipertensión Arterial (HTA) “es una patología frecuente que se presenta en un tercio de la población general y en el 70% de los mayores de 65 años”.
Majul, que también es jefe de Hipertensión del Hospital Santojanni de Buenos Aires y cardiólogo del Hospital Británico, destacó que “el consumo moderado de sal beneficia en forma directa esta patología”.
Al respecto, el cardiólogo indicó que “el reciente estudio PURE, publicado en New England (una importante revista médica), determinó que el consumo moderado de sal, de 3 a 5 gr, presenta disminución de eventos cardiovasculares, mientras que el consumo muy bajo o muy alto se relaciona con un aumento de éstos”.
“Es por esto, que debemos transmitir a los pacientes y a la población en general la importancia de disminuir la cantidad de sal en la dieta, ya que el argentino consume en promedio 12.7 gr de sal (o 5 gr de sodio) por día, cuando la ingesta de sal recomendada por la OPS (Organización Panamericana de la Salud) es menor a 5.5 gr/ día”, añadió.
El médico comentó que si en el consultorio se indica “que se consuma sal en cantidad moderada, el paciente disminuirá poco o nada el consumo de sal en la dieta”, por lo que consideró importante “brindar el mensaje que mientras menos sal se consuma mejor será nuestra salud”.
En ese sentido, el especialista aseguró que “la alimentación nunca va a ser sin sodio, ya que está presente en todos los alimentos”.
“Por eso, conocer o leer en las etiquetas la cantidad de sodio que contienen los alimentos y bebidas es esencial para regular nuestra dieta. La carne, por ejemplo, contiene 65mg de sal, el huevo 122 mg y el pescado 140 mg en 100gr; una rodaja de pan contiene 114mg; cuatro fetas de panceta 548mg y tres medialunas tienen toda la cantidad de sal que una persona con hipertensión arterial puede consumir en una semana”, manifestó.
Majul dijo que “incluso en el agua encontramos sodio: hay aguas que tienen entre 120 y 150mg/l, otras aguas contienen entre 40 y 80 mg/l, y luego están las conocidas aguas de bajo sodio, que tienen menos de 10mg/l”.
El cardiólogo advirtió que “la HTA es una enfermedad asintomática (no produce síntomas), es por eso que algunos médicos la llaman ‘la asesina silenciosa’”.
“Al no medirse la presión arterial las personas no saben que son hipertensos, y cuando perciben los síntomas es porque ya está comprometido seriamente un órgano vital. Por eso es fundamental, no sólo hacerse los chequeos médicos, sino llevar una alimentación sana y equilibrada, que les va a permitir tener un buen funcionamiento de nuestro organismo, siempre que se acompañe de actividad física. Esta combinación, nos permitirá mantener una mejor y más saludable vida”, concluyó.  

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