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ENFOQUE

Fluctuaciones en el precio de la soja

En las últimas semanas asistimos a una merma importante en el valor de la soja, que tendió a recuperarse hacia fines de mes, fluctuando en el mercado local en torno a los 300 dólares por tonelada.
Si bien la merma medida desde el inicio de la cosecha hasta su nivel más bajo llegó a rozar los 80 dólares por tonelada, en los últimos días el rebote en las cotizaciones trajo cierto alivio a los productores.
El efecto de una cosecha muy buena en el hemisferio sur con récord en Brasil -88 millones de toneladas- y Argentina -55 millones de toneladas- y la posibilidad de una muy abultada oferta en los Estados Unidos para la próxima zafra con otro récord por encima de las 103 millones de toneladas, deprimió los precios.
Sin duda a las proyecciones que ya marcaban esta tendencia, se sumó el avance de la cosecha en Sudamérica y un desarrollo excelente de los cultivos en el país del norte que se plasmó en precios a la baja, la que acompañaron los granos forrajeros y el trigo.
La posibilidad que los Estados Unidos no sólo lidere nuevamente el comercio mundial de esta oleaginosa sino que además recomponga sus magros stocks, se tradujo en permanentes bajas en el mercado de Chicago, no sólo para el poroto sino para sus  derivados, las harinas proteicas y el aceite, que puso muy nervioso a los operadores.
Ello impactó en el mercado local en forma significativa. Mientras la mercadería de entrega inmediata en marzo-abril en plena cosecha, se mantenía en torno a los 320 dólares la tonelada- producto de una muy lenta recolección, la retención del productor  y una activa demanda por parte de la exportación e industria, hacia mediados de julio llegó a su menor cotización desde fines del año 2011 oscilando los 285 dólares la tonelada.
La mejora de los últimos días reside básicamente en una demanda muy sostenida de la industria, quien tiene que cubrir importantes compromisos de exportación.
El nivel de precios del aceite y particularmente de la harina, que es el principal subproducto de su molienda, todavía permiten que los márgenes de operación del sector sean atractivos, por lo cual, en el afán de cubrir sus necesidades mejoraron los precios  locales.
Por otra parte la reticencia en la venta de los productores también fue un factor relevante para el sostenimiento de los precios en los últimos días.
Hacia mediados de julio el nivel de ventas totales alcanzaban las 26.1 millones de toneladas, volumen muy similar al del ciclo pasado donde a igual fecha se habían realizado operaciones por 26.9 millones de toneladas, la diferencia reside en que la oferta de este año (55 millones de toneladas) es sustancialmente superior a la del ciclo anterior (46 millones de toneladas).
No obstante esta mejora en los precios, no se observan cambios en las posiciones futuras. El valor actual presenta pocas variaciones hasta el ingreso de la nueva cosecha.
En este sentido, la posibilidad de concretarse una muy buena cosecha en los Estados Unidos y de reiterarse zafras de relevancia en Sudamérica, las expectativas para el próximo ciclo son nuevamente bajistas.
Las primeras indicaciones de precio para la posición mayo 2015, coincidente con la salida masiva de la nueva oferta local se ubica en torno a los 270 dólares por tonelada, un nivel muy bajo que en un marco de costos crecientes (insumos, arrendamientos, fletes, etc.) reducirá en forma significativa los ingresos de los productores.

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