PANORAMO POLITICO NACIONAL

La Argentina marginal

El Gobierno dejó en claro en los últimos días que busca construir una asociación estratégica con China, pero Cristina Kirchner permitió que Amado Boudou recibiera al presidente Xi Jinping en el Congreso. Así, el Vice posó junto al poderoso visitante mientras le obsequiaba la camiseta de la Selección Argentina, luciendo su sonrisa habitual. ¿Está bien que un funcionario que se encuentra en graves problemas con la Justicia represente al país ante una figura política de semejante nivel?

La respuesta debería ser tan evidente que no resiste el menor análisis. Aunque la Presidenta viene teniendo gestos ambiguos incluso con aliados a los que necesita preservar de este tipo de avatares. La semana pasada había sentado a Boudou en la misma mesa que a Mauricio Macri durante la cena de honor ofrecida en la Casa Rosada al presidente de Rusia, Vladimir Putin. Y no faltó quien especulara con que se había tratado de una chicana para juntarlos en “la mesa de los procesados”.


Debilidad


Pero, en rigor, estos hechos reflejan un comportamiento más anómalo: el kirchnerismo no considera que la situación judicial del Vicepresidente sea lo suficientemente delicada como para apartarlo de su cargo. La decisión la adoptó la propia Cristina Kirchner, quien ordenó a los diputados del FpV que bloquearan la apertura de un juicio político en la Cámara baja. Éstos cumplieron a rajatabla, pero paradójicamente Boudou fue catapultado hacia los márgenes de la dirigencia argentina.

En efecto, no es un Vice que se encuentre en condiciones de presidir las sesiones del Senado, ni tampoco de encabezar actos en la Casa Rosada. Entonces se piensa una agenda para mantenerlo oculto o lo más lejos que sea posible de la jefa de Estado. Aunque al parecer, esa regla no corre para los mandatarios extranjeros como Xi Jinping. No obstante, el paso del presidente chino por Buenos Aires dejó algunas cuestiones interesantes, especialmente por las inversiones en infraestructura.


Reditos


De hecho, este mismo lunes serán presentadas nuevas formaciones para la línea Sarmiento del ferrocarril, cuya flota está siendo completamente renovada con tecnología china. El que saca rédito político, en este caso, es el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, cuyas acciones suben en la interna oficialista. Al parecer, el funcionario se siente fuerte como para emitir señales de diferenciación: en la semana planteó que la situación de Boudou “no le hace bien”al Gobierno.

Otro que le sacó provecho a la incursión del gigante asiático fue el presidente del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, quien logró firmar un “swapp” con su par chino por unos 11.000 millones de dólares -en realidad, el equivalente en yuanes- que le servirán al país para no perder dólares a la hora de concretar las importaciones de China y de paso fortalecer las reservas del BCRA. Pero Beijing no brindó un respaldo orgánico a la Argentina ante el litigio con los “fondos buitre”.

Tampoco lo hicieron de forma explícita los países nucleados en los BRICS, a cuyo foro fue a disertar Cristina Kirchner en la ciudad brasileña de Fortaleza. Sin embargo, la diplomacia argentina logró una cosecha de respaldos internacionales como para afrontar con algo más de optimismo la audiencia del próximo martes en Nueva York, donde el juez Thomas Griesa debe decidir si repone la medida cautelar para que el Estado nacional pueda negociar sin caer en default de toda la deuda.


Dudas


Mientras estaba en tierra brasileña, la delegación argentina se enteró de que la presidenta Dilma Rousseff no tiene garantizada la reelección en octubre próximo, ya que las encuestas registran un virtual empate técnico para la segunda vuelta. Así como en el país que lidera la región soplan vientos de cambio -sobre todo tras el Mundial de fútbol-, aquí tampoco ningún candidato oficialista podría imponerse en un ballotage, de acuerdo a todos los sondeos conocidos hasta el momento.

Por esa razón, justamente, es que se comenzaron a verificar en el Justicialismo movimientos tendientes a despegarse de una eventual derrota nacional. El primero de ellos es un viejo artilugio conocido: separar las elecciones provinciales de las generales, en la búsqueda de salvaguardar los liderazgos locales y regionales ante una posible retracción a nivel federal. El segundo es más interno todavía: consagrar candidaturas con el sistema de representación proporcional D´Hont.

Eso implicaría una reforma en el actual esquema que reconoce sólo un tercio de los cargos para la minoría y todo el resto para la lista ganadora. Así, casi todos los sectores internos del oficialismo tendrían posibilidades de sumar dirigentes propios a las listas legislativas, más allá de quién gane las PASO en la categoría presidencial. Históricamente, la ecuación fue inversa en el PJ: el candidato a la Casa Rosada era el que digitaba las nóminas para el Congreso, para garantizarse fidelidad.

Sin embargo, esa lealtad no es moneda corriente en tiempos de reflujo político. Si lo sabrá Daniel Scioli, que ya comenzó a ensayar planes alternativos ante la posibilidad de que Martín Insaurralde termine pasando a las filas de Sergio Massa, donde sostienen que el salto se concretará en agosto. El espacio que dejaría vacío el diputado podría ser ocupado por intendentes como Juan Patricio Mussi (Berazategui) o Fernando Espinoza (La Matanza) pero de ningún modo por Francisco de Narváez.


Opositores


Pese a todas las señales de acercamiento con Scioli en los últimos meses, De Narváez decidió permanecer en el bloque opositor, que es donde los bonaerenses le reconocen su labor, a la par de otros dirigentes como Margarita Stolbizer (GEN). Curiosamente, ambos están mejor ponderados en las mediciones que María Eugenia Vidal (PRO) o Darío Giustozzi (Frente Renovador), a quien no lo beneficiaría la llegada de Insaurralde pero no por ello abandonaría el FR, como se rumoreó.

De acuerdo a una encuesta de Poliarquía, Insaurralde los mira a todos desde arriba, por lo que se da el lujo de jugar a la indefinición y altera los ánimos del kirchnerismo. Hasta inició conversaciones para encontrar un compañero de fórmula y uno de los dirigentes con los que habló fue el diputado provincial Mauricio D´Alessandro, un abogado de buenos contactos con la farándula mediática. El combo de la instalación electoral lo completa su novia la modelo Jésica Cirio.

En medio de estos devaneos políticos, que salieron a la luz tras la parálisis mundialista, el kirchnerismo sufrió una dura derrota con la restitución del fiscal José María Campagnoli, quien mañana retomará sus funciones luego de haber sido desplazado por la procuradora Alejandra Gils Carbó. Su caso fue tomado como un símbolo para la independencia del Poder Judicial, con lo cual deben esperarse otros fallos como la ratificación de la condena contra la ex ministra Felisa Miceli.

Uno que provocó indignación fue el procesamiento del director de la empresa estatal ENARSA José Ramón Granero en una causa por tráfico de efedrina, en especial porque el funcionario comandaba la SEDRONAR, el organismo encargado de la lucha contra el narcotráfico. En otros casos fue el Gobierno, directamente, el que extravió el rumbo: de otra forma no podría entenderse la firma del memorando con Irán para tratar de activar la investigación del atentado terrorista contra la AMIA.

Al cumplirse 20 años de aquella masacre, la comunidad judía reclamó con toda justicia la derogación expresa de ese acuerdo, que fue negociado entre bambalinas por el canciller Héctor Timerman y votado por el Congreso con forceps. La Presidenta no asistió al acto ni tampoco envió un mensaje a los familiares de las víctimas. Por arriba y por abajo, la Argentina viene emitiendo señales de marginalidad, en algunos casos de orden político y en otros de connotaciones sociales.

Sólo así se entienden los hechos vandálicos registrados en las inmediaciones del Obelisco porteño y en otras ciudades del país -entre ellas La Plata- cuando en realidad las multitudes se habían congregado para un festejo por la gran actuación argentina en el mundial de Brasil.

Según estableció un estudio del Observatorio Social de la Universidad Católica, la persistencia de la pobreza afecta a casi cuatro de cada diez hogares en la Argentina. Se trata de una franja de la población que queda al margen de cualquier plan económico, como quedó comprobado con la convertibilidad menemista y ahora con el modelo de consumo impulsado por el kirchnerismo.

Por ende, también quedarán marginados de la modificación que podría anunciarse sobre el impuesto a las Ganancias, que incumbe a un sector de los trabajadores registrados. Sería éste uno de los grandes temas que deberían abordar los candidatos a la sucesión presidencial, a quienes se les reclama más presencia política en momentos en que empieza a correr la transición.

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