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OPINION

Estacionamiento medido: ¿Por qué no se invierte lo recaudado en seguridad vial?

Todos sabemos que la situación del tránsito en Junín es una de las problemáticas más complejas que merece ser priorizada y contribuir a resolver para, entre otras cosas, disminuir la enorme cantidad de accidentes de tránsito con heridos graves y muertos que deberían escandalizarnos. 

Es obligación de la dirigencia política local no olvidar que durante 2013 tuvimos más de 1800 accidentes en la vía pública, con 2500 juninenses accidentados (el 80% de ellos, graves) y con más de 20 fallecidos.

En este marco, el estacionamiento medido aparece como una de las cuestiones vinculadas (de manera indirecta) a la problemática del tránsito. Prácticamente nadie discute la necesidad de controlar y medir el estacionamiento en lo que se dio en llamar la zona 1 (implementado desde hace ya mucho tiempo), pero aparecía como inexplicable e injustificable (y lo sigue siendo) la extensión a la zona 2. 

No sólo por la ampliación geográfica a varias cuadras del centro comercial de la ciudad, sino también por el elevado costo que tiene en la actualidad, por lo engorroso del sistema de “pague por celular” y por la dificultad de encontrar a los “medidores” en algunos horarios y sitios de la ciudad.

Recuerdo que cuando se fundamentó la necesidad de ampliar el estacionamiento a la zona 2, se planteó desde el gobierno local que se hacía para contribuir al ordenamiento del tránsito. Una falacia total (como tantas otras) que tratan de ocultar el verdadero motivo de la medida: una acción meramente recaudatoria, pues si de verdad se pretende ordenar el tránsito, parte de esa recaudación (que para este año será de alrededor de 8 millones de pesos) se utilizaría para campañas de educación y concientización vial, demarcación de sendas peatonales, semáforos para peatones, señalética vertical y horizontal, transporte público de pasajeros, etc.

Como nada de lo anterior se ha hecho en los últimos años me siento autorizado a sostener que la tragedia del tránsito juniense no es una fatalidad divina sino un producto de las acciones que hacemos pero también de las que no hacemos: prevenir, educar y concientizar. 

Y además, que esto no se resolverá mientras el municipio esté más preocupado en ver cómo recauda en lugar de ver cómo resuelve los problemas. 


(*) Ex concejal de Junín por la Coalición Cívica. Miembro de la Unión de Usuarios Viales (UDUV). 

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