OPINIÓN

La educación sigue en segundo plano

Lamentablemente este año, y como es habitual en los últimos años en la provincia de Buenos Aires, la educación y la calidad educativa van quedando en un segundo plano. 

Si antes de finalizar el 2013 los gremios docentes venían adelantando un principio de 2014 complejo y evidenciaron la necesidad de llamar a paritarias durante los primeros días de enero para comenzar a discutir salarios, condiciones laborales y calidad educativa, el gobierno provincial, en vez de estar mirando hacia otro lado y dejando pasar los días mediante especulaciones sin sentido, debió escuchar el reclamo y convocar de inmediato a una mesa de diálogo.

La educación debe ser prioridad no solo desde lo discursivo, sino con acciones de gobierno que sean consecuentes. Es obligación del Estado y debería ser prioritario garantizar un servicio esencial como la educación. 

Cuando hablamos de un futuro mejor para nuestros niños y jóvenes no debemos pasar por alto que éste comienza en su formación y en la cantidad y calidad de herramientas educativas que les son provistas en esta etapa de su vida, que los llevará a poder desenvolverse de manera correcta como ciudadanos.   

Las clases en la Provincia deben comenzar el 5 de marzo cuando está previsto, para beneficio de los más de un millón y medio de alumnos bonaerenses. No hay que esperar hasta último momento, con el ciclo lectivo encima y con protestas efectivas del sector docente para dialogar, para buscar acuerdos, para intercambiar ideas. Se trata ni más ni menos que de buscar lo mejor para las generaciones venideras. 

En declaraciones mediáticas fueron los mismos funcionarios provinciales quienes  aseguraron una convocatoria en la segunda quincena de enero y, hasta hoy, estamos como al principio. Sin nada. 

Nos encontramos una vez más ante una situación límite, al filo en los tiempos y esto genera un panorama sombrío, que se va a ir agudizando con el paso de los días y que, obviamente, va a llevar a un alto nivel de conflictivo.

Sobre todo en estos dos últimos años fue dificultoso el tema de las paritarias. No solamente tiene que ver con la gestión educativa, sino que hubo una actitud del gobierno provincial de confrontación con los trabajadores, de no dar respuesta. 

Desde el Frente Renovador, espacio político que lidera Sergio Massa, entendemos que los problemas de la gente deben ser escuchados e intentar solucionarlos mediante la propuesta proactiva. Por este motivo es que a principios de enero presentamos un proyecto de ley de paritarias, para que haya un marco legal que encuadre las negociaciones que todos los años llevan adelante los trabajadores a través de sus representantes gremiales y el estado provincial, y que fundamentalmente establece como límite temporal para la negociación paritaria la primera quincena de enero.

El objetivo es que el acuerdo, entre quienes demandan mejoras salariales y quienes deben atenderlas, no signifique una suspensión en la provisión de servicios a cargo del estado provincial y pueda cumplirse en tiempo y forma con actividades como el inicio del ciclo lectivo en las escuelas de toda la Provincia, la prestación del servicio de salud, pueda asegurarse la continuidad de las prestaciones de las fuerzas de seguridad, entre otras.

Si en el gobierno provincial no se entiende ni se toma como parámetro que el conflicto del año pasado duró 3 meses, con perjuicios extremadamente profundos al sistema educativo y a sus educandos, estaremos frente a un nuevo ejemplo de mirar la realidad de manera distorsionada y de espaldas a la sociedad. 

En este contexto es que planteo que la educación y la calidad educativa van quedando en un segundo plano, hasta tanto se actúe con la eficiencia, la responsabilidad y la premura que estos tiempos y los bonaerenses exigen.