ECONOMÍA

La fraternidad, método y meta de la política que anhelamos

Cada año, el pontífice de turno, en la “Jornada Mundial de la Paz” elige un lema que señala el valor a tener como norte. Para 2014 nuestro Papa Francisco eligió: “La fraternidad, fundamento y camino para la paz”, con algunos subtítulos: “La fraternidad, premisa para vencer la pobreza”, “El redescubrimiento de la fraternidad en la economía”, “La fraternidad extingue la guerra”, “La corrupción y el crimen organizado se oponen a la fraternidad”, “La fraternidad ayuda a proteger y a cultivar la naturaleza”. Cualquiera de estos atributos de la fraternidad (o mejor, todos) podrían ser tomados en nuestro país como marco de referencia para ir testeando si las políticas públicas contribuyen o no a generar condiciones de vida digna.
El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA en su documento “Heterogeneidades estructurales y desigualdades persistentes” señalaba que las diferencias estructurales que emergen dan forma a  una matriz social fragmentada, conflictiva, violenta, débil en reglas de convivencia democrática.
En este contexto, a pesar de que parte de nuestra sociedad es hoy más rica que hace diez años -tanto en recursos económicos como en derechos sociales- otra parte de la misma continúa privada de condiciones básicas para el desarrollo humano y la integración ciudadana. Hasta el INDEC indicó que el 10% más rico gana alrededor de 15 veces más que el 10% más pobre. Gran parte de la conflictividad social tiene que ver con la desigualdad y con expectativas no satisfechas.
La propuesta de la fraternidad es difícil, pero muchos testimonios silenciosos demuestran que es “la mejor elección”. La vocación política es, antes que nada, un acto de fraternidad.
Por eso, reconocer los límites que estamos sufriendo no nos tiene que desalentar. En el compromiso de asumir los desafíos debemos poner como  método y contenido a la fraternidad: camino para la paz, premisa para vencer la pobreza, para refundar la economía, para extinguir la violencia social, para proteger y cultivar la naturaleza, y para un 2014 capaz de ser vivido con esperanza y entusiasmo.


COMENTARIOS