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¿Pasado pisado?

Hacer borrón y cuenta nueva en un mundo cada vez más pendiente de internet y de las tecnologías de la información no significa que el pasado quede en el olvido o, en todo caso, en el recuerdo del entorno social más inmediato.
Desde la Agencia de Protección de Datos de España (APD) señalan que borrar datos del pasado que en algún momento se filtraron en el ciberespacio se tornó una tarea casi imposible, pues los buscadores siguen mostrándolos y en muchos casos se trata de información que por algún motivo personal los usuarios quieren quitarlos de sus vidas.
Cabe señalar que dos minutos en el universo de internet implican dos millones de búsquedas en todo el mundo, más de 200 millones de correos electrónicos, 280 mil perfiles de Facebook y 100 mil tuits.
El titular de la entidad, Jorge Badiola, dice que "todo lo que se pueda hacer, en el intento de que la persona proteja su intimidad, será poco", y advirtió que internet “es la última frontera de la libertad de la gente, y que una vez que perdamos la privacidad y los datos estén en manos de los Estados Unidos, de los países, de empresas, vamos a perder nuestra libertad".
La justicia europea estuvo a cargo del caso de Mario Costeja, quien demandó a Google por mostrar información personal de su pasado.
"En su momento era un problema profesional porque yo me dedicaba a la gestión de empresas y de alguna manera me decían: “'¿cómo podés gestionar mi empresa si tenés esto?'. Y yo tenía que dar explicaciones: que esto es una cosa personal, que estaba casado y que la deuda ya está saldada. Tenía que dar siempre una explicación de toda mi vida", deslizó el denunciante.
Si bien la APD le dio la razón al considerar que se trata de información "obsoleta" y "sin interés público", la justicia dictaminó que el buscador estadounidense no es responsable de los contenidos que enlaza, aunque la sentencia todavía no está firme.
A todo esto, David González, abogado español, explicó que "evidentemente el derecho fundamental a la protección de datos no es absoluto. Hay otros derechos como el derecho a la información, a la libertad de expresión, que tienen que ser tenidos en cuenta. Muchas veces prevalece el derecho a la información sobre el de protección de datos".
Mientras tanto, en Bruselas evalúan la posibilidad de impulsar una normativa que incluya el derecho al olvido en internet, aunque existe un “plan b” por si la ley no prospera, el cual consiste en la creación de un menú denominado "reputación on-line positiva" para que los datos menos deseados queden relegados a las últimas posiciones en las bases de datos donde husmean los motores de búsqueda.

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