Argentina tiene hoy un precio de carne vacuna entre los más caros a nivel regional. El deterioro del sector ganadero fue impulsado por una política errada, que si bien buscó priorizar el consumo interno a precios desacoplados de la tendencia alcista internacional, no consideró el impacto de la falta de estímulos sobre la oferta. El desafío ahora es aumentar la productividad sobre un stock que difícilmente vuelva a las 60 millones de cabezas que supo tener y recuperar la inserción internacional.
Haciendo un balance de la última década, el “modelo exitoso” al que suele hacer referencia el Gobierno parece no haber contagiado al sector ganadero. Las principales cifras del sector dan cuenta de ello.
Cifras del deterioro
En el caso del stock vacuno, en el 2003 se registraban 55,9 millones de cabezas, mientras que en 2012 las existencias dieron cuenta de 49,9 millones de cabezas, un 11% por debajo del 2003. Si tomamos en cuenta el pico de stock de 58,7 millones de cabezas contabilizadas en el año 2007, la caída en 2012 se amplía al 15%.
Algo similar sucede con la faena y la producción de carne vacuna, que muestran caídas del 7% y 4% respectivamente en la comparación entre 2003 y 2012. Y tal vez el principal exponente del retroceso del sector sea la fuerte caída que han tenido las exportaciones: de unas 369 mil toneladas exportadas en 2003, las ventas externas alcanzaron las 180 mil toneladas en 2012, una baja del 51%.
El deterioro del sector ganadero fue impulsado por una política sectorial errada que, como se señaló, si bien buscó priorizar el consumo interno a precios desacoplados de la tendencia alcista internacional, no consideró el impacto de la falta de estímulos sobre la oferta.
Esta política incluyó controles de precios, pesos mínimos de faena, aumentos en las retenciones y restricciones a la exportación, que desalentaron la actividad y repercutieron en el traspaso de muchos productores a la agricultura y en una significativa reducción del stock ganadero.
Hoy por hoy, y luego de la marcha atrás en la política de control de precios que a partir de 2010 permitió una cierta recuperación en el sector, surge una nueva limitación, que es la pérdida de competitividad.
Argentina presenta actualmente un precio de carne vacuna entre los más caros a nivel regional. Esto, sumado a la brecha cambiaria que suma otro desincentivo a la exportación, hace que el sector quede confinado a un mercado interno chico, que por ahora recupera su nivel de consumo per cápita pero al que le cuesta seguir convalidando mayores incrementos de precios.
Desafíos
Más allá de lo que ocurra con el mercado cambiario, el desafío que enfrenta el sector ganadero es por un lado, aumentar la productividad sobre un stock que difícilmente vuelva a las 60 millones de cabezas, y por otro lado recuperar la inserción internacional que permita darle sustentabilidad a un horizonte de aumento en la producción.
PUNTO DE VISTA
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