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ECONOMÍA

Una reforma financiera, entre ser y no ser

Al comenzar la obra Hamlet, con su célebre frase “to be or not to be”, el escritor inglés William Shakespeare cuestiona el sentido de la vida, y pone en duda continuar en ella al existir tantas dificultades. Algo similar ocurre con la nueva ley de mercado de capitales
Esta norma que se acaba de aprobar establece regulaciones, con nuevas estructuras de mercado, lo que permite generar productos financieros orientados a la economía real, dejando de lado la lógica de la especulación financiera y sobre todo que sea un negocio para pocos.

Otra época  

Esta reforma financiera estructural es la más importante en los últimos 40 años, ya que la última que se hizo fue durante la época de Martínez de Hoz como ministro de Economía donde el objetivo era totalmente opuesto al interés del desarrollo productivo y de las economías regionales
Con la entrada en vigencia de la nueva ley, la Comisión Nacional de Valores (CNV) será el único organismo de control de la oferta pública de acciones y títulos. Dentro de sus funciones unificará las relacionadas a autorización, negociación, supervisión y control. Estas funciones, anteriormente, las ejercían tres entidades diferentes.
Para favorecer el acceso del público en general a los mercados se elimina la obligación de ser accionista del mercado de capitales para poder ser agente bursátil. Esta figura permitía la comercialización de los productos financieros disponibles en ese mercado. Cada acción del Mercado de Capitales cotiza hoy aproximadamente $5 millones. Esta desmutualización del mercado, permite que toda persona que cumpla con determinados requisitos establecidos por la Comisión Nacional de Valores sea agente bursátil para operar en el mercado. La Bolsa de New York (NYSE) en 2002 comenzó con esta tendencia, y le siguieron Sudáfrica e India y, más cercano a nosotros, Brasil. La CNV establecerá el régimen sancionatorio de los agentes bursátiles, como así también requisitos patrimoniales para actuar en el mercado ya sean personas físicas como jurídicas.

Federalización

Ya no se cumplirá el famoso proverbio “ Dios se encuentra en todos lados, pero atiende en Buenos Aires”, porque otro salto de calidad en cuanto a la reforma permitirá una verdadera federalización del mercado de capitales argentino. Se creará un nuevo mercado de capitales bajo una nueva sociedad denominada Bolsa Federal de Valores, la cual buscará unificar todas las Bolsas de Comercio del país para unificar las operaciones bursátiles. Esto permitirá que un inversor de Santiago del Estero invierta en un proyecto turístico en Tierra del Fuego a sólo un click de distancia. Así, el ahorro y la inversión de toda la Argentina se negociarán a través de una única plataforma virtual.
Con la nueva ley, la CNV otorga la facultad de autorizar la actuación de entidades en general como calificadoras de riesgo, entre ellas a las universidades públicas. Hasta ahora era una potestad exclusiva de un oligopolio de calificadoras de riesgo donde en muchos casos algunos sectores de la economía no los atendían correctamente por no conocer su funcionamiento. La inclusión de las universidades públicas permitirá que cualquier empresa que quiera utilizar un instrumento financiero sea evaluado por el mundo académico con profesionales prestigiosos y especializados, brindando otra mirada profesional y en algunos casos inclusive regional.

Sin secreto

Se implementará el levantamiento del secreto bursátil, el cual hasta ahora se lograba mediante la orden de un Juez. Esta medida buscará favorecer el intercambio de información entre la CNV, el Banco Central de la República Argentina (BCRA), la Superintendencia de Seguros, la Unidad de Información Financiera (UIF) y la AFIP
Dentro de las atribuciones de la CNV, se contemplará la designación de veedores con capacidad de veto sobre las decisiones que se tomen dentro de las empresas que cotizan en el mercado de capitales, atendiendo a los intereses de los accionistas minoritarios cuando estos sean vulnerados. Algunas voces en contra de esta nueva atribución mencionan que esta facultad puede afectar las garantías del Estado de derecho impulsando a que las empresas cotizantes se retiren del mercado y desalentando a las nuevas.
Creo que la profundización y la federalización del mercado de capitales es una bocanada de aire fresco, lo que permite mejorar las perspectivas sobre las inversiones productivas, cruciales para el desarrollo y el crecimiento económico de nuestro país.
Pero gran parte del éxito o fracaso de la nueva ley dependerá de la reglamentación de los artículos que aún faltan.
Como un antiguo proverbio Zen menciona, cuando el maestro le dice al alumno: “we will see!” (¡veremos!).

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