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OPINIÓN

Los ojos del mundo, puestos en la FED

Desde que el número uno de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED), Ben Bernanke, anunció que en algún momento finalizará la política de "estímulo monetario", el organismo quedó en el centro de todas las miradas y más aún ahora, que se empieza a decidir quién será el próximo jefe de esa influyente institución a partir de 2014.
La situación la reflejó hace pocos días el periodista Ian Salisbury en el sitio CNN Expansión: "Wall Street siempre está atenta a los movimientos de la Reserva Federal, pero últimamente no presta atención a otra cosa".   
Cuando en mayo pasado Bernanke dio a entender que en algún momento se terminaría la política "expansiva" de la FED -que la presidenta Dilma Rousseff en algún momento definió como "tsunami  de dólares"- los "mercados" sufrieron un fuerte cimbronazo.
Luego Bernanke salió a bajarle el tono a la situación pero las dudas a nivel global continúan.
No por nada esta semana el Fondo Monetario Internacional (FMI) afirmó que la FED necesitará "un plan de comunicación" especial si decide detener la máquina de imprimir dólares.
"La comunicación efectiva sobre la estrategia de salida y un ajuste cuidadoso de sus fechas serán cruciales para reducir estos riesgos", sostuvo el FMI.
La jefa de misión del Fondo para Estados Unidos, Gian Maria Milesi-Ferretti advirtió que en las últimas semanas se registró un "ataque de volatilidad".
Para el funcionario del FMI, esa situación demostraría que "incluso con una estrategia clara se puede tener un periodo de volatilidad y las instituciones y reguladores financieros tienen que estar listos para eso".   
Que puede venir un nuevo cimbronazo es vox pópuli en Wall Street.
Días atrás, Paul Singer, el magnate que litiga contra la Argentina por la deuda pública en Nueva York, salió a reunir 2 mil millones de dólares extra para tenerlos a mano en caso de que una nueva crisis ponga activos en caída libre ¿Espera entonces un nuevo Lehman Brothers?
En ese contexto, se registró más ruido en los últimos días luego de que trascendiera que la Casa Blanca está entre dos candidatos para suceder a Bernanke, cuando venza su mandato el 31 de enero próximo.   
Se trata de Janet Yellen -la actual número dos de la autoridad monetaria norteamericana- y un viejo conocido del establishment económico norteamericano, el exsecretario del Tesoro Larry Summers.   
Como bien lo retratan analistas norteamericanos, Yellen es una muy respetada economista y tiene una postura flexible respecto a la política monetaria -una "paloma", en la jerga de los mercados-.
Summers, en cambio, fue uno de los cerebros de la desregulación financiera producida durante el gobierno de Bill Clinton y a la que no pocos acusan de la mega-burbuja que estalló en 2008 sobre la economía norteamericana.    
El ex número uno de la universidad de Harvard consideró en su momento durante un infame discurso que "las cuestiones de aptitud intrínseca" pueden explicar por qué los hombres superan a las mujeres en las profesiones vinculadas a la ciencia y la ingeniería.
El traspié de Summers le agrega más picante a la competencia con una mujer por llegar a la jefatura de la FED.
Más allá de los estilos personales, la economía norteamericana entra en momento de definiciones con su política monetaria, que impacta a uno y otro lado del globo.
¿Se avecinan nuevos tiempos turbulentos para la economía global? ¿Cómo impactará la situación en Europa? ¿Y en los llamados mercados "emergentes"? ¿Resistirán con algunas políticas los Estados Unidos al ascenso de China? Todo está por verse.

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