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Una cuestión de piel

Un grupo de investigadores obtuvo en Estados Unidos células madre embrionarias a partir de una célula adulta, en lo que se convirtió en un hito científico: por primera vez, la técnica que se usó para generar a la oveja Dolly pudo aplicarse en células humanas. Los “resultados ofrecen una nueva forma de generar células madre de pacientes con tejidos y órganos dañados o deteriorados”, explicó Shoukhrat Mitalipov, el investigador jefe del equipo de 23 personas que logró lo que hasta ahora cientos de científicos habían intentado sin éxito. Las células madre obtenidas en laboratorio con esta técnica, detalló el investigador, “pueden regenerar y reemplazar a aquellas células dañadas y mejorar enfermedades que afectan a millones de personas”.
Los resultados del trabajo fueron dados a conocer por la prestigiosa revista científica Cell, bajo el título “Células humanas embrionarias derivadas por transferencia nuclear en células somáticas”. Hace seis años, Mitalipov había logrado obtener células madre de embriones de macacos con la misma técnica.
El paper sobre el experimento del equipo del Centro Nacional de Oregon para la Investigación sobre Primates (Onprc) especifica que la técnica sólo permite obtener células madre embrionarias y no seres humanos, como fue en el caso de la oveja Dolly, en el que la clonación permitió obtener, a partir de uno inicial, individuos idénticos. Lo que logró el equipo comandado por el ruso fue retomar la técnica de la clonación para que, a partir del óvulo de una donante y la célula de piel de otro, fuera posible obtener células madre al reemplazar su núcleo.
Lo que los investigadores explicaron como “reprogramar células somáticas para convertirlas en células madre embriónicas pluripotenciales” consistió, primero, en tomar óvulos de “gran calidad” y provenientes de voluntarias sanas. A esos óvulos se les retiró el núcleo, que fue reemplazado dentro del citoplasma por el núcleo de una célula de la piel de un paciente con síndrome de Leigh, una enfermedad neurodegenerativa.
El proceso se realizó con una solución enriquecida con cafeína, que inhibe enzimas que podían haber entorpecido el proceso. Sometidas a electroestimulación, las células permitieron obtener un embrión del que derivaron células madre. En el paper, los científicos procuraron detallar que el objetivo de la técnica no es lograr la clonación de personas, sino llegar a la fase de blastocisto del embrión, alrededor de cinco días de desarrollo para obtener, de esa instancia, las células madre.
Con esas células madre, señalaron los investigadores, un paciente podría ser su propia solución: de sus células podrían obtenerse, tras el proceso, tejidos que puedan usarse en autotrasplante y que, al tener el mismo patrón genético, no presentaría riesgo de rechazo.
El resultado alcanzado por los investigadores podría tener profundas implicancias en la cura o el tratamiento de enfermedades que hasta ahora resultan de abordaje complejo y sin solución, como el Parkinson, la esclerosis múltiple, enfermedades cardíacas y lesiones de la médula espinal. Por ello el paper subrayó que se trata de clonación terapéutica y no reproductiva, puesto que, de todos modos, la célula obtenida tras el procedimiento permanece sin fecundar.
La técnica de clonación se volvió conocida públicamente hace más de 15 años, con la oveja Dolly. Desde ese momento, científicos de todos los países, incluida la Argentina, lograron clonar animales, pero siempre habían fracasado con seres humanos.

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