El presupuesto bonaerense del año 2012 era de 140 mil millones. El 37% para Educación tendría que haber sido 51 mil millones, pero sólo se ejecutaron 42 mil millones. Lo mismo pasará este año. Además cada año recaudan un 20% más de lo previsto, que no se sabe adónde va. A fin del año pasado anunciaron un superávit de recaudación y ahora ni siquiera pueden resolver los conflictos salariales.
Los porcentajes son engañosos, el ministro Sileoni cerró la paritaria nacional en 22%, pero en Buenos Aires el básico es de $ 1.598 (maestro de grado sin antigüedad) y $ 1.453 (cargo testigo preceptor), por lo tanto, el 22 ó 25 ó 30% de aumento sobre esos básicos dará como resultado un salario miserable. El sueldo de bolsillo es de $ 2.900, y con este aumento en enero de 2014 apenas llegará a $ 3.500.
En cambio, en otras provincias (Córdoba, Santa Fe, La Pampa) los sueldos son de 4.500 a 6000 pesos.
El dinero está pero se administra mal, por ejemplo, se invirtieron $ 9 millones en el colegio de Bellas Artes que es nacional, o se alquilan escuelas o edificios para oficinas administrativas en vez de construir nuevos.
En el Ministerio de Educación se crean nuevas áreas y subsecretarías pero el sistema sigue siendo burocrático y perverso: cerca de 5 mil docentes no cobran sueldos desde octubre de 2012 y siempre culpan a cuestiones técnicas.
Si fuera cierto que no hay dinero, creemos que el Gobernador tendría que hablar con la Presidenta, porque es inviable la situación de nuestra provincia.
Por otro lado, el Ministerio de Educación nacional tiene el 6% del PBI, pero no tiene escuelas a cargo, entonces muchas veces se crean planes de estudios (Fines, COA, etc.) que son de terminalidad de estudios a aquellos que no pudieron hacerlo en el sistema formal) pero que se superponen con otras ofertas educativas, se dictan fuera de establecimientos escolares, en malas condiciones y sin estabilidad para el docente.
Situación alarmante
Por ello creemos que tanto el gobierno provincial como el nacional son los responsables de esta situación y son ellos los que deben garantizar la escuela pública. No son los trabajadores de la educación, que ya hacen su máximo esfuerzo yendo a trabajar sin cobrar, o trabajando con salarios bajos y en malas condiciones, los responsables del conflicto.
Además de los paros los docentes hemos expresado nuestra condición con marchas de noche, de día, con antorchas, con reuniones, con presencia en las rutas, con movilizaciones regionales, con presencia en actos de gobierno, y todo esto demuestra que hay una situación alarmante, y que no se soporta más.
Un problema más amplio
No solamente están parando los docentes, sino también los profesionales de la salud, es una vergüenza que un médico gane lo que gane. Los compañeros de la Justicia también están parando, como los trabajadores públicos. Es un problema de la administración para con todos los trabajadores.
Solidaridad con los damnificados
En este momento hemos suspendido las medidas de fuerza en solidaridad con los damnificados por las inundaciones, todos hemos visto la incapacidad del gobierno provincial para llevar adelante obras de infraestructura necesarias para hacerle frente a las contingencias climáticas y, tan o más grave aún, la falta de reacción adecuada para atender a los miles y miles de damnificados por la inundación.
Esa misma incapacidad se pone de manifiesto en las demás áreas de gobierno, como el desastre de la salud pública, la alarmante inseguridad y el abandono de la educación pública.
El Consejo Directivo Provincial de Udocba realizará el 17 de abril próximo una evaluación de la situación en un plenario de secretarios generales.
OPINIÓN
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