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ECONOMÍA

Alternativas Jubilatorias para la sociedad

Frente a la Incapacidad del Estado de asegurar un régimen adecuado, existen otras propuestas de inversión para obtener una renta.

En la Argentina los constantes cambios en las reglas del juego en materia de decisiones macroeconómicas han afectado sensiblemente a los argentinos  durante décadas. El sistema previsional no está fuera de esto. Durante los noventa, el Sistema de Jubilaciones se sustituyó por un Sistema de Capitalización mixto que mantenía el viejo Sistema de Reparto de forma casi residual. Una década después, luego de un default y de la licuación de los activos de las AFJP, debido a cambios en la organización inicial del portfolio de inversión surgido por necesidades fiscales durante el gobierno de De La Rúa,  Cristina Fernández de Kirchner decidió nuevamente apropiarse del flujo de descuentos que abonan tanto empleados como empleadores.
De esta forma la Anses se convirtió en una especie de banco solidario que subsidia proyectos de riesgosa rentabilidad a tasa de interés real negativa y al Gobierno nacional que no puede hoy acudir a los mercados de capitales por el excesivo costo del financiamiento obligando de alguna manera, a los actuales y futuros jubilados, a perder parte del valor de sus activos.
Por otro lado se ha ampliado la base de beneficiarios al incorporar a los que nunca han aportado o lo han hecho de manera esporádica generando incentivos a los actuales beneficiarios a eludir sus obligaciones previsionales, siempre y cuando puedan saltar los controles legales.
Sin duda la discreción y la falta de responsabilidad de los respectivos titulares del organismo y del Poder Ejecutivo nacional han generado y seguirán generando problemas a los actuales y futuros jubilados, iniciando una industria de juicios por mala praxis intencional del Instituto.
Frente a esta triste realidad sabemos cuál podría ser el final de esta historia, tarde o temprano, el instituto responsable del pago de las jubilaciones quebrará y los problemas financieros  derivados disminuirán aún más el valor real de las jubilaciones futuras.
Para quienes ya han pasado los cuarenta años el pronóstico resulta casi aterrador. Al momento de jubilarse los problemas financieros licuarán el producto de sus esfuerzos transferidos al Estado en forma compulsiva disminuyendo sus respectivos niveles de consumo.
Cuando el Estado trata de apropiarse de rentas, siempre  el mercado brinda oportunidades que permiten atenuar de alguna manera este pronóstico desalentador. Sin embargo exige por parte de los agentes generadores de ahorro mayor conocimiento de las oportunidades y riesgos de nuevos negocios de largo plazo que garanticen una renta para los últimos años de la vida.
La incertidumbre acerca del accionar del Estado en Argentina han revertido lo que en la teoría de Finanzas se llama “Activos Seguros”, ningún tenedor de bonos compraría activos del Estado a largo plazo, mientras que en otras partes de mundo (USA, Alemania, Suecia)  la única forma de atenuar el riesgo de una cartera es diversificando y comprando Títulos del Tesoro. Lo que en el mundo sería una alternativa plagada de riesgos, en Argentina pareciera ser una solución al problema jubilatorio para un sector de la población.
Uno de estos casos podría ser la inversión en plantaciones de nogal pecán, productores de la conocida nuez pecán, muy difundida en Estados Unidos, México y recientemente en China. El nogal pecán es una producción o actividad plurianual, es decir son actividades que una vez iniciada su producción lo hacen durante muchos años.
La estrategia de la producción de nueces de pecán es desarrollar un negocio sustentado en prácticas de manejo basadas en Buenas Prácticas Agropecuarias (BPA), utilizando variedades injertadas de mayor demanda comercial, realizando la plantación en una zona óptima desde el punto de vista agroecológico con disponibilidad de servicios en fruticultura y a escasa distancia de los centros de consumo de mayor poder adquisitivo y de los puertos de exportación de frutas.
Si bien Argentina presenta condiciones agronómicas óptimas para la producción, el estar cerca de los centros de comercialización y de los puertos resulta determinante para elevar sustancialmente el retorno de la inversión.
La participación en fideicomisos que inviertan a largo plazo en plantaciones de nogal pecán podría ser una alternativa viable para sustituir las falencias del sistema jubilatorio para quienes tengan capacidad excedente de ahorros.
Veamos un ejemplo de una inversión en la zona de San Pedro. Se trata de un campo de 50 hectáreas, valuadas en aproximadamente USD 17000, a precios de 2012, pero que fue comprada en 1992 y se le implantaron nogales a partir de dicho período.
En términos reales se trata de una inversión donde los primeros 10 años presenta un flujo de fondos negativos que va descendiendo a medida que los árboles comienzan a producir, finalmente a los 17 años de realizado el proyecto y expresado todo en moneda constante (dólares de 2012) comienza a arrojar un flujo fuertemente positivo.
Esto significaría que a partir del año 2010, es decir 18 años después, un ahorrista que invirtiera desde 1992 en dicho fideicomiso, gozaría de una renta mensual de USD 5.562,75 a precios de 2012. Si duda que el Valor Presente Neto del Proyecto resiste a cualquier cambio en la tasa de interés real.
Otra ventaja de la inversión es que el valor de la participación en el fideicomiso sería sustancialmente alto puesto que los nogales pueden producir nueces por más de 50 años sin afectar ni la calidad, ni los rendimientos. De esta manera también podría ser un medio más de generar una pequeña herencia para las generaciones siguientes puesto que la inversión agrega valor a la hectárea.
Frente al oscuro panorama que presenta el actual sistema jubilatorio en la Argentina, la creación de fideicomisos basados en producciones reales de alta demanda mundial y precio estable pareciera ser una solución al problema de la renta futura de la generación de argentinos con más de 40 años.



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