TRIBUNA DEL LECTOR

La inseguridad política

La inquietud radica en la conceptualidad colectiva social, en referencia a la acción humana de protesta e impotencia obvia, hacia un poder menor como se establece, en lo policial en conjunto con intendentes, gobernadores y demás funcionarios.
Está claro que tiene que haber una respuesta de ellos mismos, pero entiendo  humildemente en mi opinión y la de todos los que tuvimos la parte educacional básica, que pudo ser la del colegio, como la otra, la Paternal o Maternal, que las Políticas adoptadas de estas últimas décadas, no dejan en desuso una de sus herramientas más determinantes e imprescindibles que fueron, son, no se sabe si serán, el sustento de una política engañosa, falsa, que se refiere a políticas cortoplacistas, de mantener solo el sustento básico, de extractos sociales al margen de toda sociabilidad.
El no contar con márgenes de aplicar políticas planificadas y delineadas a futuro, muchas veces por la urgencia que representa la parte electiva por el deseo del voto popular que no supera la década, no permite una acción abarcable, con imposición, y excluyente, de Educación verdadera, global, compacta, de proyección futura de décadas hacia los sectores desnutridos de poder diferenciar el bien del mal; que nosotros en mayor o menor medida pudimos absorber educacionalmente hablando.
Un extracto social que vaticinábamos dos décadas anteriores o más, como algo amenazante e impiadoso, hoy es una realidad cruda que no se advierte de una manera coherente de poder aplicar un corte radical, a una población víctima de un sistema político perverso y que en lo personal, le deslindó responsabilidades.
Yo al menos no siento la postura de que esta marginalidad sea un frente a quien combatir, y pagando con la misma moneda. Pareciera que no hay alternativa, pero aplicarla también socavaría el futuro del aspecto político de gobernantes a lo cual ellos, contemplan la escena desde la impotencia de no saber controlar algo creado y fomentado por ellos mismos.
Hoy injustamente, se sufre la realidad y sufren los responsables del menor hasta el mayor pero responsables al fin, de un sistema desbordado, sin control, donde la muerte por muerte parecería ser el camino.
La reflexión futura porque no comprendo una solución pacifista, excepto el rigor implacable, que el concepto de elección política sea dirigida entre tantas otras a no compartir el aparato anticuado pero efectivo al fin del poder, de conservar como caldo de cultivo a una población que posteriormente nos hunde como sociedad, y nos denigra como humanos.
Hoy pareciera que no hay salidas democráticas, se denota la omnipotencia, los intereses, la indiferencia, la ceguedad que otorga el poder. Y uno tiene que aclarar tristemente como si fuera de un bando o de otro, mi condición apolítica, solo tengo simpatías por personas -lo aclaro porque ya es inverosímil el temor de expresarse-, para no generar esas rupturas tan tristes cuando la opinión es diferente; respeto y respetaré a los partidos políticos en general, porque todos desearon hacer el bien cuando pudieron, aunque luego exista la distorsión; pero como expresan los espirituales y los religiosos, hoy la designación del Papa Francisco yo al menos lo interpreto como una iluminación en el sentido literal, que podría ser el único nexo, el único puente, para disuadir las maneras visiblemente estratégicas y absolutistas de un modelo que en mi opinión, en principio me fascinaron y hoy irremediablemente me decepcionaron.

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