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OPINIÓN

La inesperada muerte de Aaron Swartz: el protagonista de dos “luchas modernas”

La semana que acaba de terminar comenzó con una noticia triste: el activista de Internet Aaron Swartz decidió poner fin a su vida con sólo 26 años. Las redes sociales y los principales diarios y blogs del mundo se hicieron eco y las condolencias y los mensajes de recuerdo de los internautas se multiplicaron. Pero, ¿quién fue Aaron? y ¿por qué su muerte causó tanta conmoción?

Su vida

Aaron nació en 1986 en Chicago, Estados Unidos de América. A los 13 años, ganó el Premio ArsDigita, una competencia para jóvenes fundadores de sitios de Internet útiles, educativos, colaborativos y sin finalidad comercial. A los 14 años, Aaron formó parte del grupo que creó el RSS 1.0., una versión anterior al RSS.
En el campo educativo, Aaron fue alumno de la Universidad de Stanford por un año, cuando decidió abandonar la universidad y fundar la compañía Infogami que más tarde se fusionaría con la red de noticias sociales Reddit.
Asimismo, en los años 2012-2011, Aaron se desempeñó como investigador en el Comité de Ética de la Universidad de Harvard.

Sus “luchas modernas”

Aaron fue protagonista de dos grandes luchas: una lucha con la justicia norteamericana por la libertad en la difusión de artículos científicos y una lucha contra la sanción de la Ley SOPA (Stop Online Piracy Act, o Ley para Frenar la Piratería Digital).

La lucha por la difusión de artículos científicos
En el año 2010-2011 Aaron usó la red de computadoras del MIT (Massachussetts Institute of Technology, una de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos) para bajar 4.8  millones de artículos de doctrina de la base de datos digital JSTOR. El sitio JSTOR (una biblioteca digital de artículos científicos) le cobra a universidades y bibliotecas miles de dólares para acceder a su colección. Swartz creía que el conocimiento humano debía ser de libre acceso por el público. Por ello, cuando era investigador en Harvard, usó su contraseña JSTOR para bajar millones de artículos a los que tenía acceso gratuito. JSTOR decidió no demandar a Aaron, pero la justicia norteamericana inició un proceso por fraude informático por el que podía ser condenado a pagar una multa de un millón de dólares y 35 años en prisión. El proceso estaba aún en trámite al momento de la muerte de Aaron. Justo antes de este hecho, JSTOR anunció que pondría más de 4.5 millones de artículos a disposición gratuita del público. Una buena noticia para los activistas por la democratización de la información.
En consonancia con estas ideas, Swartz compró la bibliografía completa de la Librería del Congreso Norteamericano, subió esta información (que no está protegida por las leyes de propiedad intelectual) al sitio web Open Library (Biblioteca Abierta) y la convirtió en información pública.

La lucha contra la Ley SOPA
La Ley SOPA fue un proyecto que buscaba monitorear Internet por violaciones a la ley de propiedad intelectual lo que haría más fácil para el gobierno norteamericano sacar de Internet sitios acusados de violación de dichas leyes. Para evitar la sanción de esa ley, Swartz fundó una página web Demand Progress (Exige Progreso), mediante la cual se lanzó una iniciativa contra la Ley SOPA. En pocos días, 300.000 personas firmaron la petición y llamaron al Congreso norteamericano para frenar la ley. La campaña contra la sanción de esta ley fue uno de los mayores eventos en la historia de Internet ya que más de 115.000 sitios web cambiaron sus páginas en señal de protesta. De este modo, se frenó la sanción de la Ley SOPA.  

Las ideas de Swartz que evitaron la sanción de la Ley SOPA:
El cambio en la arquitectura de la información es igual a un cambio en la estructura del control. En la televisión, el director de un canal es el que decide qué información saldrá al aire y la cantidad de información está limitada. Internet cambió la estructura de la información. Cada persona ahora es director y puede tener su propio blog y comunicar sus ideas. No es como antes que sólo algunas personas tienen el permiso de hablar, ahora, todos tenemos el permiso de hablar. El problema entonces es ¿quién controla esa información? y ¿quién será escuchado?
Hay una batalla por definir todo lo que pasa en Internet en el lenguaje tradicional. Es la libertad de conectarse a Internet ¿como la libertad de hablar o como la libertad de matar? La manera en que respondamos estas preguntas marcará el futuro de la humanidad ¿Las computadoras son una herramienta para las libertades humanas o una herramienta para el control social?
Si no nos podemos comunicar libremente a través de Internet, ¿qué pasará con las libertades civiles por las que tanto ha luchado la humanidad? Los derechos de los que gozamos por años serían simplemente borrados.
SOPA fue frenada por la gente, no por los diarios, no por los políticos no por las compañías. Estuvo cerca de ser sancionada. Puede pasar igual, con otro nombre, otra excusa. Los enemigos de la libertad de conectar no desaparecieron. Hay mucha gente poderosa que quiere censurar Internet y no hay muchos intereses que quieran protegerla.

Reflexiones

La muerte de Aaron causó conmoción por muchos motivos: porque se trataba de un joven brillante que había exitosamente luchado por sus ideales en el campo de las nuevas tecnologías. Sin embargo, fue perseguido criminalmente, para muchos injusta y desproporcionadamente, por tratar de hacer la información más democrática. Como respuesta, algunos miembros del Congreso norteamericano esta semana propusieron el dictado de la “Ley Aaron” para evitar que se persigan criminalmente casos de fraude tecnológico como el de Aaron.
Aaron fue uno de los representantes del movimiento de “Acceso Libre” que lucha por un sistema más democrático y abierto y por extender la posibilidad de acceso al conocimiento mundial. Protagonista de dos “batallas modernas”, en las cuales se combinó la organización de las masas mediante el uso de tecnologías modernas.
Como lo dijo el propio Swartz en su discurso contra la Ley SOPA, “las grandes historias son más interesantes en la escala humana. En el medio de cada historia, hay una persona o una familia que la empuja. Se ganó la lucha contra la Ley SOPA porque una persona inició una campaña y fue tomada por todos como una lucha para proteger la libertad de conectar”. Ciertamente, un ejemplo inspirador. 

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