‘To be or...’

Manifiéstense, por favor. Pero en la calle, guste o no.

Es usted partidario de Barack Obama o de Mitt Romney? ¿Está a favor de que María Dolores de Cospedal se cargue a los funcionarios, que son unos mantas, o cree, por el contrario, en la permanencia del servicio público? ¿Le gusta el concursante del programa de la tele que hace gorgoritos o prefiere que le expulsen? ¿Se ha hecho de Red Bull después del santo salto o sigue fiel al cafelito bien cargado y, en todo caso, se decanta por las hazañas cotidianas de los ciudadanos anónimos? ¿Cree que Nacho Vidal es culpable o inocente? ¿Apostaría, visto lo visto, a que su miembro porno es de verdad, o piensa que es de mentirijillas? ¿Le gusta el plan gallardónico de la condena indefinida del reo o está al lado del derecho universal? ¿Electrificaría y le añadiría pinchos a la valla que separa Marruecos de Melilla o se inclina por la solidaridad y la compasión? ¿Le gustan los colegios concertados con separación de sexos o le apetece más la igualdad y la convivencia entre niños y niñas? ¿Le parece que Aznar y Rajoy deberían ser procesados por el Prestigeo o más bien condecorados? ¿Vota por el rescate o por la huida en masa? ¿Si pudiera, mandaría a su hijo a buscar trabajo en Alemania o a Grecia, a aprender a repartir estopa con tirachinas? ¿Desea que las televisiones autonómicas se vendan a los amigos del Gobierno o se inclina por el uso racionalizado de personas e instalaciones? ¿Bombardearía el cabezón de Fabra en el aeropuerto de Castellón o supone que, ya puestos, Santiago Calatrava debería remozarlo hasta cubrir los 15 millones recibidos por una maqueta o dos?
Sí, usted, ustedes, nosotros. Nunca como ahora tuvimos a nuestro alcance tanto botón virtual para hacer click, mientras no paran de embaucarnos. Manifiéstense, por favor. Pero en la calle, guste o no.

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