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Apoyar el futuro del euro

Las empresas necesitan acciones concretas centradas en el crecimiento y el empleo.

El proyecto Euro es uno de los principales logros de Europa. Desde sus inicios, hace más de 55 años, el proceso de integración europea ha dado beneficios significativos a todos los países europeos. La Zona Euro y el Mercado Único han creado oportunidades para las empresas, mayor libertad de elección en un mercado más amplio y economías de escala.
Un claro ejemplo de ello son las sólidas relaciones económicas entre Alemania y España, que han estrechado sus relaciones comerciales, especialmente desde la fundación de la Unión Económica y Monetaria, creando miles de empleos y promoviendo el crecimiento económico en ambos países.
Alemania es el mayor proveedor de España y España tiene a Alemania como su segundo cliente. Las exportaciones españolas a Alemania alcanzaron casi 22.000 millones de euros en 2011, mientras que las importaciones desde Alemania alcanzaron los 31.700 millones de euros. Este importante éxito sólo puede ser explicado por la integración económica y política que existe en Europa.
Hoy nos vamos a reunir en una importante conferencia empresarial bilateral en Madrid. Nuestro objetivo es recuperar la confianza y reforzar los lazos entre empresas españolas y alemanas, con el fin de hacer frente mejor a los desafíos de la crisis de la deuda en Europa aumentando la competitividad y salvaguardando la estabilidad del euro. Nuestra moneda común es la mejor herramienta para aprovechar las ventajas del Mercado Único Europeo y competir en los mercados mundiales.
Hemos de aumentar la confianza en la Unión Monetaria con un claro compromiso con el Euro. Hemos de utilizar todos los medios disponibles, recurriendo tanto a los instrumentos que ahora tenemos, como a aquellos otros que puedan, efectivamente, estabilizar los mercados financieros.
Las reformas estructurales y la consolidación fiscal en todos los Estados miembros son elementos claves para recuperar un crecimiento sostenible en Europa, así como para la credibilidad a largo plazo de la Zona Euro. Se debería continuar con las reformas estructurales con el fin de que los mercados laboral y de bienes, servicios y capitales fueran más flexibles y capaces de absorber los shocks asimétricos. El aumento de la movilidad laboral es también un aspecto clave para flexibilizar el mercado.
Estas reformas contribuirán a reducir los desequilibrios competitivos y deberían tenerse en cuenta en aquellos países que las adopten. Alemania realizó con éxito reformas hace sólo algunos años. España está adoptando reformas pero necesita tiempo para conseguir sus frutos. La tendencia positiva en los principales indicadores tales como las cifras de la balanza comercial y de los costes laborales unitarios en España deberían alentar a continuar por el camino de la reforma.
Hay una necesidad crucial en Europa no sólo de consolidar las finanzas públicas sino también de estabilizar y reestructurar el sistema financiero privado. La Zona Euro requiere una mayor integración fiscal. Europa necesita un sector bancario que funcione correctamente. Para ello, se han de definir objetivos claros para una unión fiscal y bancaria, de acuerdo con las conclusiones del Consejo Europeo del pasado 29 de junio. Unos objetivos que deberían quedar reflejados en el inicio de una reforma de los Tratados como medio para dar certeza a los mercados, a las empresas y a la sociedad en general.
La experiencia nos ha enseñado que las reglas de la Unión Económica y Monetaria eran insuficientes para aumentar la competitividad, mantener la disciplina fiscal y prevenir crisis en la Zona Euro. Por tanto, desde el mundo empresarial, consideramos que la arquitectura de la Unión Económica y Monetaria ha de reformarse para corregir los desequilibrios actuales y prevenir los futuros. Ejemplo de esta disfunción fue el largo periodo de tipos de interés negativos de la economía española durante tres años y medio, antes de la crisis, y que es responsable de una parte de nuestros desequilibrios.
La resolución de la crisis de la Zona Euro contribuirá a mejorar el acceso a la financiación de las empresas, especialmente de las PYME. Las miles de empresas que representamos necesitan acciones concretas centradas en el crecimiento y el empleo. Esperamos que los gobiernos en Europa sigan llevando a cabo reformas estructurales y consoliden las finanzas públicas y que la UE mejore sus instituciones, normas y procedimientos, especialmente en lo que atañe al Mercado Único. Todo ello contribuirá a restablecer la confianza de los inversores en el euro y conducirá de nuevo al crecimiento y a la riqueza en toda Europa.

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