Hace algunos días la Presidenta anunció un plan (Pro.Cre.Ar) para la construcción de 400 mil viviendas en cuatro años, de las que 100 mil se harían entre 2012 y 2013, mediante créditos otorgados por el Banco Hipotecario, de entre $ 200 mil y $ 350 mil, de acuerdo a los ingresos de los postulantes, a quienes les darán entre 20 y 30 años para pagarlo en cuotas.
Quienes fueran propietarios de un terreno (o cedido por sus consanguíneos directos) tendrían, de acuerdo a los primeros anuncios, casi garantizado el crédito.
La Anses será quien califique a los postulantes y otorgue los turnos para que el Banco entreviste y evalúe el otorgamiento del crédito.
También será la Anses quien financie los créditos a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad del Régimen Previsional Público (FGS) que fue creado, por el Decreto 897/2007, con la finalidad de preservar el régimen previsional público del impacto negativo de las variables económicas y sociales.
Un detalle -no menor- es que las tasas que se pagan por el crédito están entre el 2 y el 14%.
Si está visto que en los últimos cuatro años la inflación ha sido del orden del 23-25% anual, y la de este año no va a ser menor, los jubilados que presten sus reservas para construir viviendas no sólo no preservarán su capital, sino que se descapitalizarán.
Si a esto le agregamos que el 80% ganan la mínima ($ 1.687) y no se ha acatado el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que fija el pago del 82% móvil, y hay más de 400.000 juicios ganados por jubilados a quienes no se les actualizan sus haberes… ¡Bingo!
Volviendo al plan de viviendas, hubo más de un millón y medio de consultas, de las cuales 300.000 corresponden a personas con posesión de terreno y ya tienen el turno para ir al Hipotecario.
La primera sorpresa es que los 100 mil que quedarían beneficiados no lo obtendrán por una mejor calificación, sino por un sorteo de Lotería Nacional sin importar si son propietarios de terreno o no.
Es evidente que la necesidad de vivienda en la Argentina es enorme y nada sería mejor que los créditos se otorgaran sin perjuicio para los pobres jubilados, sino obteniendo fondos genuinos del Estado Nacional (de los muchos que se malgastan).
Anuncios “incumplidos”
La esperanza de la concreción está sembrada de dudas por los incumplidos anuncios de viviendas de los años 2003 (se hicieron 30.000), 2004, se prometieron 400.000 (se construyeron menos del 20%), 2005: se anunciaron 300.000; 2006: se vuelven a anunciar las mismas 300.000 (entre 2003 y 2006 una auditoría revela que del millón de viviendas anunciadas se construyeron o estaban en construcción 100.000); en 2007 Kirchner anuncia un plan a 3 años para 255.000 viviendas; en 2008 la Presidenta anuncia 400.000; en 2009 el anuncio fue más modesto: 39.000 viviendas y aparece como ejecutor la Fundación Madres de plaza de Mayo; en 2010 se anuncian Créditos para Casa Propia, de los que sólo se otorgan 4.300; y en 2011 se anuncian 40.000 créditos.
Sabemos que una franja amplia de la ciudadanía que no tiene techo propio y gana hasta $ 15.000 -por grupo familiar- no accede a un crédito “normal” para poder comprar o construir.
No hay nada peor que hacer ilusionar a un niño con un juguete que desea y nunca se le va a comprar. No tiene una percepción diferente quien, siendo adulto con familia, no posee una vivienda y se lo ilusiona con que la puede obtener.
¡Ojalá esta vez sea cierto!n
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