None
DE DOMINGO A DOMINGO

Massa y la encrucijada de los indefinidos

La adhesión total que reclama el kirchnerismo a sus peleas e iniciativas motivó que varios actores de peso de la política nacional se sientan en una encrucijada o se vean obligados a adelantar definiciones cruciales.
El caso más conocido es el del gobernador bonaerense, Daniel Scioli, cuya abstención en algunas batallas irrita al ultrakirchnerismo, pero también alcanza a otros actores y especialmente al intendente de Tigre, Sergio Massa.
El alcalde de mayor popularidad ya analiza cuál será su jugada en 2013: ser candidato a diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires del oficialismo; postularse por un partido vecinal y enfrentar al kirchnerismo; o dejar pasar la contienda y concentrarse directamente en 2015.
Al igual que Scioli, el ex titular de la ANSeS y ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner tuvo oscilaciones en su relación con el Gobierno y sabe que jugar a favor o en contra del kirchnerismo el año próximo tendrá sus pro y sus contra.
Llegó a ministro coordinador en julio de 2008, en pleno conflicto con el campo -tras la renuncia de Alberto Fernández- y renunció un año después luego de haber sido forzado a presentarse como candidato testimonial a diputado por la provincia de Buenos Aires en una lista que encabezaban Scioli y Néstor Kirchner.
Desde que renunció a ese cargo estratégico mantuvo un perfil político bajo y se recluyó en la gestión, aunque amagó con disputarle a Scioli la Gobernación en 2011.
Algunas de sus grandes apuestas en estos años fueron la instalación de cámaras de seguridad, de las cuales se siente pionero, y la organización de eventos de nivel nacional e internacional en el Tigre.
Ejemplos de esa marquesina en la que se convirtió el partido del norte del conurbano son el paso del programa Soñando por Cantar, producido por Marcelo Tinelli, o la llegada de Roger Federer en diciembre para jugar una exhibición con Juan Martín del Potro en un estadio de estructura tubular que se construirá especialmente en el Puerto de Frutos.

Proyecto 2015

Si bien sectores del peronismo orgánico cada vez más alejados del kirchnerismo piensan en una fórmula Scioli Presidente - Massa Gobernador para 2015, el intendente podría sorprender con la búsqueda de un salto directo a la Presidencia.
Hoy se jacta con encuestas en la mano de ser el tercer dirigente de mayor popularidad del país -con un significativo desconocimiento y baja imagen negativa- lo que implica un punto de partida para una candidatura presidencial por el peronismo.
Por eso será interesante ver su posicionamiento político el año próximo en un escenario de eventual adelantamiento electoral –como dejan entrever algunas usinas de la Casa Rosada- y de posible intento de reforma constitucional.
A su alrededor las voces están encontradas. Algunos piensan que si va a la contienda por un partido vecinal podría hacer una buena elección, constituir una bancada propia en la Cámara de Diputados y quedar proyectado a 2015. Pero inmediatamente se convertiría en un nuevo enemigo del kirchnerismo.
Otros, en cambio, proponen sumarse a la lista que posiblemente encabece Alicia Kirchner, lo cual lo obligará a poner el pecho a peleas que desearía evitar. La tercera opción es la de jugar en su distrito y esperar a que se acerque el próximo turno.
Por lo pronto dejó de fumar y encara una rutina diaria de ejercicios lo cual -en la era de la imagen- le dará un perfil de candidato saludable a sus 40 años recién cumplidos.

Otros incómodos

Massa no es el único que analiza su futuro. En las últimas semanas el Movimiento Evita que conduce Emilio Pérsico, una de las organizaciones kirchneristas de pura cepa, se planteó la conveniencia de seguir en el Gobierno bonaerense donde cuenta con algunos espacios de poder o dar un paso al costado.
Junto a La Cámpora, Evita es una de las organizaciones que estuvo a cargo del acto de Vélez Sarsfield, donde quedó reflejado el nuevo mapa de prioridades de Cristina Kirchner, y viene haciendo equilibrio entre críticas y apoyos a Scioli.
"Estamos siguiendo esto con preocupación, porque la pelea que se esperaba para 2015 se adelantó mucho. Vamos a esperar un guiño del Gobierno nacional para ver si seguimos", sostuvo un dirigente de peso del Movimiento Evita en diálogo con este columnista.
El caso más representativo de los incómodos quizá sea el del asesor legal de la CGT y diputado del Frente para la Victoria, Héctor Recalde. "Sigo siendo ambas cosas", dijo en una nota reciente, pero su posición no es sencilla en medio de la pelea sin retorno entre la Presidenta y Hugo Moyano.
Tiene una amistad de muchos años con el líder camionero y es el padre de Mariano Recalde, uno de los líderes de La Cámpora, movimiento enfrentado a la CGT. También representa a gremios que le hacen la vida imposible a su hijo en Aerolíneas Argentinas.
El abogado laboralista no ve su futuro político ligado a Scioli como sí parece vislumbrar Moyano. Por si faltaba alguna prueba, participó junto a diputados ultrakirchneristas de una conferencia en el Congreso por el caso del futbolista Lautaro Bugatto en la que volvieron a reclamar cambios en la seguridad bonaerense.
Sin embargo esta adhesión con reservas al kirchnerismo no le trajo frutos. Sus proyectos en el Congreso están en su mayoría paralizados y esta vez no le permitieron armar la comitiva completa para la Conferencia Anual de la Organización.

COMENTARIOS