OPINION

“Es un servicio muy caro para sentir la impotencia de las canillas que gotean”

El agua se ha transformado en Junín en un problema central para la calidad de vida de los vecinos. Hace ya varios años descubrimos que su potabilidad estaba afectada por el arsénico y en los últimos años su escasez provoca varios inconvenientes entre nosotros. La respuesta del Municipio (proveedor del servicio) es siempre la misma: “Arréglense como puedan”; “los juninenses son derrochones, irresponsables, antisolidarios”. Patea siempre la pelota afuera, pero mientras tanto las tasas suben increíblemente a tal ritmo  que se duplicaron en los últimos tres años.
La realidad es que tenemos un servicio carísimo y sentimos la impotencia  de abrir las canillas y sentir el goteo. Que para consumir agua potable hay que comprar bidones a un costo ya de 33 pesos los 20 litros y duran solo unos días.
La función de un Estado moderno no es la de echarle la culpa al pueblo que lo eligió para que gobierne cuando tiene un problema, sino la de solucionarlo. No se puede gobernar en democracia descargando la culpa de todos los males a quien es el corazón de la misma: el pueblo.
Llevamos ocho años sin solución a este tema y paulatinamente se va agravando. La población de Junín en los últimos 10 años solo creció el 1,9  por ciento comparado con la Argentina, que creció mas del 10 por ciento.
También es cierto que creció el número de conectados a la  red. Lo que es indiscutible es que no creció la inversión pública al ritmo de la demanda (a pesar de los tremendos aumentos de tarifas) .
Yo me pregunto: si el problema es el alto consumo ¿por qué no se ponen medidores en todos los domicilios?, ¿por qué aquellos que hacen un uso racional del recurso deben pagar la misma tarifa que aquellos que lo dilapidan?, ¿por qué se criminaliza al vecino que riega su calle, si el regador está desaparecido y cada vez que pasa un auto lo llena de tierra? Ni hablar que ese vecino está esperando el asfalto desde hace 20 años.
Hace años que los vecinos, ante la falta de respuestas del prestador del servicio, decide la solución propia. Se compra un tanque, una bomba y se arma su propia reserva. Esto es empujarnos al sálvese quien pueda,y en esa siempre triunfa el que tiene el dinero para resolverlo (principio rector del neoliberalismo).
Humildemente, creo que los medidores no se instalan por una razón recaudatoria. Si todos los domicilios tienen medidor, de esa forma se blanquea cuál es el consumo real, por ende cuál es el  costo del servicio, que sin duda es muy inferior a lo recaudado por la tasa.
Si esto ocurre serán las autoridades municipales las que deban dar respuestas sobre qué estuvieron financiando con los excedentes durante todos estos años.
En cualquier ciudad moderna el agua se paga proporcional al consumo y en Junín la gran mayoría de los vecinos no tiene medidor y paga una tarifa plana, consuma millones de metros cúbicos o una simple gota.

¿Cuáles son las
soluciones?

1- Programa de uso racional del agua potable: colocación de medidores en todos los domicilios y readecuación de la tarifa con importantes bonificaciones al uso racional e importantes penalizaciones al uso indiscriminado.
2- Campaña de concientizacion pública destinada a promover el debate de la importancia del recurso y su uso racional
3- Programa de inversión pública: destinado a la perforación de más pozos y al desarrollo de una planta de osmosis inversa destinada a bajar los niveles de arsénico .

Sin dudas, es el momento de darle forma al debate, de institucionalizarlo. Es la hora de convocar a una audiencia pública, de  aportar ideas, soluciones, de que los vecinos se expresen, de que los especialistas aporten. De lo contrario pasarán los calores y el líquido tenderá a normalizarse y las soluciones no vendrán.  La basura se esconderá debajo de la alfombra y los años seguirán pasando sin pena ni gloria.
Los vecinos nos seguiremos peleando por los medios entre derrochones y racionales y el Estado municipal esperando que pase la ola de calor para volver a la senda normal de dilapidar los recursos públicos y planificar el próximo tarifazo. 

COMENTARIOS