En estos días hemos tomado conocimiento de las consecuencias de la última sequía en casi todo el país, donde la pérdida de dólares estaría en alrededor de los u$s 20.000 millones, que no solo afectará a los productores agropecuarios, sino también al Gobierno, por las retenciones que realiza a las exportaciones de cereales.
Esta situación se da en un escenario muy complejo, ya que la Argentina se encuentra en un momento donde la escasez de divisas en el Banco Central es crítica, lo que está provocando la negociación con el FMI para postergar pagos ya comprometidos en el acuerdo pactado.
Evidentemente, esta situación podría haberse resuelto si el Gobierno nacional, en nuestro caso el Gobierno bonaerense y los municipios afectados, hubieran analizado ya hace algún tiempo las consecuencias de este flagelo.
En una nota que hice hace unos días puse sobre la mesa algunas alternativas que se deberían empezar a estudiar para resolver este problema. Seguramente los técnicos en esta materia podrán realizar un análisis más profundo sobre las variantes a evaluar y qué técnicas aplicar para dar solución en nuestra provincia a este grave problema que ya con seguridad se plantea, con falta agua para los cultivos, por lo que los rindes que se alcanzan son menores a los deseados, perdiéndose rentabilidad en la producción y ni qué hablar cuando se producen periodos de sequías como el reciente.
Creo entonces que es tiempo de que las autoridades y los productores tomen conciencia de lo grave de esta situación, ya que, si no se empiezan a analizar las distintas alternativas de sistemas de riego en la región, que permitan evitar estas situaciones que pueden resolverse sin tener que depender de periodos climáticos adversos, a esta altura de los avances tecnológicos no podemos seguir dependiendo de la lluvia para lograr una cosecha optima.
¿Podremos los argentinos dejar de depender de la suerte o el destino o la ayuda de dios para que las cosas nos vayan bien y empezar a pensar que tenemos en nuestras manos las herramientas para minimizar los riesgos y actuar en consecuencia?
Esta es la oportunidad de cambiar la historia, comencemos a debatir este tema y dejemos de pensar como hacían nuestros abuelos, que prendían una vela a dios para que llueva.
Aldo García López
DNI 4974484
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