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Unión Cívica Radical 2011

En una nota que publicara allá por el mes de marzo de 2008, como si el tiempo no hubiera transcurrido, expresaba: ”…-El actual escenario político no puede ser más desolador.- La realidad de estos días se asemeja más a los tiempos del PRI mexicano que a los de la recuperación de la República en 1983.- No obstante,  debe considerarse auspicioso que el partido gobernante, pese a que no resigna su vocación hegemónica, haya emprendido su reorganización…. lo cual ha permitido poner a los partidos políticos en la agenda pública.- El problema para el sistema está en la otra vereda, la de la oposición, en la cual su tradicional adversario desde 1945, la UCR, se encuentra en estado de absoluta descomposición.-El radicalismo siempre fue una fuerza política significante y trascendente en la vida política argentina.-No se puede ni debe permitir que abandone la escena.- Tal pretensión no va en desmedro de aquellas otras organizaciones que también son parte de la historia política argentina.- Luego de la catástrofe que significó el fracasado gobierno de De la Rúa, sobrevino el desconcierto, la desilusión y la desorientación de dirigentes y afiliados.- Hoy, podemos decir que los radicales- en todas sus condiciones y sin excepción- hemos perdido identidad y nos encontramos diseminados en estructuras que nos son extrañas y ya no nos reconocemos ni siquiera entre nosotros.-…..Un análisis sereno, desapasionado e inteligente requeriría preguntarse si los radicales, porque según se lee nadie ha dejado de serlo, quieren reconstruir o no la UCR.-…..Si no se alcanza una actitud inclusiva, comprensiva de todos los sectores del radicalismo,… mediante un amplio debate interno, permita medir fuerzas como fue su honrosa tradición, no habrá destino posible.- No debe temerse a la confrontación interna…..- De las cuatro operaciones básicas de la aritmética los radicales la que mejor aprendieron fueron las de dividir y restar mientras que la oposición supo conjugar muy bien las de multiplicar y sumar.-….En la tarea de destrucción del partido nadie debe considerarse exento de culpas y responsabilidades.- Si no se afronta lo que viene con grandeza, sin mezquindades y con un espíritu conciliatorio y autocrítico  que tenga por finalidad poner en la oferta política del país nuevamente a la UCR,  se perderá para siempre una oportunidad que tal vez no se vuelva a presentar.- No se puede perder el millonario caudal histórico de afiliados y una estructura centenaria distribuida a lo largo y ancho del país.- Si su reconstrucción es posible podrá hablarse de…. recuperar la identidad perdida.- Al fín y al cabo, se trata del viejo y vigente dilema shakespeareano: ser o no ser, esa es la cuestión.-“
El contundente resultado electoral del oficialismo obliga a repensar el rol de la oposición y, en especial identificar, quienes ocuparán de cara al futuro, dicho lugar.- La gran frustración que significó el fracaso del Acuerdo Cívico y Social hace apenas dos años y el enredo en que quedaron envueltos los candidatos de la oposición, sin excepción, han provocado esta diáspora de la que urge salir lo más rápido posible.- En este escenario y pese a todo, por historia y  por mantener todavía una importante presencia parlamentaria (primera minoría) y territorial a lo largo y ancho del país (con más de quinientos municipios), la reconstrucción de la UCR aparece como inevitable, siempre y cuando- como se insinúa y convoca desde la capital cordobesa- se provea la urgente renovación de sus dirigentes y  de políticas para atraer y provocar la incorporación de jóvenes, una deuda pendiente frente a lo que fue  tradición del partido.- Tal objetivo requiere mucho más que una norma que establezca cupos de participación para menores de cuarenta años.- En la tarea de reconstrucción deberían retornar y contribuir todos los radicales sin exclusión, a la vez que, incorporar aquellos cuadros formados al calor de otras alianzas ideológicamente compatibles.- Lamentablemente, las experiencias de unir fuerzas no han sido buenas e insistir en ello tiene más sabor a suicidio colectivo que a una estrategia inteligente y posible.- Aquí vale una reflexión de Natalio Botana, anterior a la elección presidencial: “Salvo en lo que atañe al respeto de las reglas constitucionales y los acuerdos sobre algunas políticas de Estado, los consensos que quieren abarcar todo el espectro de la política no tienen sentido en una democracia.- Sin embargo, tampoco tiene destino sembrar el terreno con facciones que se reproducen sin cesar.- Si lo primero es desaconsejable por su carácter utópico, lo segundo es signo de nuestro escuálido aprendizaje para programar, transar entre posibles asociados y luego ejercer responsablemente el poder.- Estas carencias disparan sus incógnitas en circunstancias en las cuales la ola mayoritaria podría contribuir a respaldar las instituciones o, hipótesis peor, a que el poder adopte formas hegemónicas con aristas más duras.-“

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