Fueron solamente nueve años en los que trabajé en esta casa, la primera radio AM de Junín, su histórico edificio ya pasará a la historia, muchos recuerdos, muchos compañeros, pocos amigos, pero una experiencia inolvidable. Lamentablemente, no se va a preservar para las futuras generaciones.
El negocio inmobiliario, el progreso y todo eso que ya sabemos, ¿qué habrá sido del mural de Latorraca y Sioli que estaba situado en el vestíbulo? ¿Qué será de los antiguos equipos que transmitieron tantas horas del día a día de Junín? ¿El piano? ¿Los micrófonos? ¿Irán al Museo Histórico? que por otra parte cumple 25 años y ni un acto parece que habrá.
Así somos, abandónicos. A esta altura de mi vida, el apego no es un valor, pero quizás se habría podido conservar. Chau, vieja Radio; chau, pasado; chau, bajorrelieve que vaya a saber dónde está; otra pérdida.
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