Buen mozo
MARKETING APLICADO

Buen mozo

Marketing de servicio.

Es viernes a la noche y me dispongo a escribir esta columna. Casualmente, se “celebra” el día del marketing, al menos así lo enuncian los medios nacionales, pero en casa no veo globos ni espero invitados. Acaso tampoco me siento puramente marketinero, sobre todo si asociamos la actividad a los pre-conceptos populares. Hoy, un nuevo intento por desmitificarla. 

Naturalmente hay un marco teórico que contiene o debería contener cualquier plan de acción pero, en este espacio, quiero mencionar ejemplos simples e incluso simpáticos, esos que nos “suceden” a todos y le hacen honor a lo que dicen los libros. La única verdad es la realidad, las palabras se terminan y a los hechos me remito. Fue hace un par de semanas en un restaurante de nuestra ciudad, de los más tradicionales e históricos. No quiero dar nombres pero empieza con “An” y termina con “dy”. 

La primer experiencia gratificante fue la solución que ofrecen a uno de los grandes problemas de la humanidad: llamar al mozo sin recurrir al chistido o silbido, al famoso cabezazo, como hacían los abuelos para sacar a bailar a su pretendida o las cejas en alerta con gesto cómplice. Un espanto. Nada de eso, en Andy sumaron un dispositivo con dos botones, simple. Uno para solicitar asistencia y otro para pedir la cuenta. Magistral! Pero lo mejor vino después, cuando quien nos asistía dejó de lado el interés comercial cortoplacista y puso al “cliente en el centro”, acaso de eso hablan los marketineros siempre. 

Pedimos una delicia, se los recomiendo. El “Osobuco Braseado” que al parecer, viene muy, pero muy abundante y fue ahí cuando recibimos el asesoramiento. “Les sugiero pedir dos platos para dividir entre tres”. Increíble, quienes estábamos en la mesa nos miramos asombrados. Lejos de querer vender más y sin darse cuenta, estaba construyendo una relación de confianza. Si, solo con ese gesto que, además se suma a la panera de pan calentito y al ya mencionado sistema de asistencia a la mesa. 

En el día del marketing, te saludo a vos querido amigo, para agradecerte por aplicar la teoría al pie de la letra, por ponerte en el lugar del cliente y con un gesto tan mínimo construir fidelidad. Porque seguramente vuelva pronto a Andy, por ese plato exquisito y por sobre todas las cosas, en agradecimiento a tu gentileza. Buen servicio y buena experiencia, siempre es igual a valor agregado. Marche un osoooobuco braseado para dos!.

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