El viejo hucha, la saga continúa
OPINIÓN

El viejo hucha, la saga continúa

Hay tres versiones de “El Viejo Hucha”, un clásico del cine nacional: la de Enrique Muiño en 1942, la de Osvaldo Terranova en los ochenta, y la de la intendencia de Junín en este 2022. A los que no la vieron, les aseguro que van a disfrutar la sátira de este avaro que se puede ver por internet en las dos primeras versiones (la tercera la padecemos todos los días). Vaya un adelanto como resumen introductorio.

El Viejo Hucha cuenta la historia de un jefe de familia demasiado inclinado al ahorro, un verdadero pijotero que acumula billetes mientras condena a su familia a vivir entre miserias. “Hucha”, en España, es el nombre que se la da a nuestra “alcancía”, un recipiente en que se ahorra el dinero y que hoy fue reemplazado por el plazo fijo.

En una escena memorable, cuando un hijo le reclama por los agujeros que sufre en la suela de sus zapatos, el Viejo Hucha lo convence de que el problema está en la forma en que camina. “Taco, suela, punta… taco, suela, punta”, le enseña de nuevo a caminar para distraerlo de su reclamo mientras le transfiere la responsabilidad y encanuta la guita.

La crítica social que ejerce la película no apunta a la cultura del ahorro, algo tan valorado por los argentinos, sino al sinsentido de ahorrar a costa de no satisfacer las necesidades básicas. Por la misma época circulaba un chiste sobre un hombre “que le había enseñado a su burro a vivir sin comer, y cuando el burro aprendió… se murió”. Hoy (por ayer), con los votos de los concejales oficialistas se aprobará la rendición de cuentas del presupuesto 2021, en la que la intendencia se ahorró más de 500 millones, lo que equivale al 15% del total disponible.

¿Cómo se siente cada vecino de Junín al que aún no le llegó el asfalto, el gas, la cloaca, cuando se entera de estas cosas? ¿Cómo se siente el fomentista que va a reclamar al Municipio por la demora en cierta obra y, como respuesta, se le “enseña de nuevo a caminar” porque “hay un error en el expediente”? ¿Cómo se siente el automovilista que rompe el auto en un bache, el frentista en tinieblas al que no le ponen luminarias decentes?

La nueva versión del Viejo Hucha apareció en Junín, Siglo XXI, pura crudeza sin el atenuante de ser siquiera una sátira. La eficiencia es lograr lo máximo posible con el mínimo de recursos. Es lo que guía a las empresas privadas y no está mal que los Estados no lo pierdan de vista. Pero la virtud del Estado no está en su eficiencia sino en su eficacia; la justificación de su existencia está en solucionar problemas. O sea, el Estado no puede ser eficiente a costa de no ser eficaz. Y a juzgar por el modo en que reincide con la plata que logró meter en los plazos fijos municipales, esto es lo que el Intendente no comprende.

Ningún juninense debería seguir esperando respuestas a las necesidades de su barrio mientras haya un solo peso inutilizado en una cuenta municipal. Ningún contribuyente debería aceptar un nuevo aumento de tasas mientras no se haya justificado para qué se recaudaron las anteriores. La administración en "modo Viejo Hucha" en nuestro distrito tiene que cambiar por el bien de todos.


José Bruzzone: Concejal de Junín por UC-FDT.

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