Entre la autoridad política y los embates por la economía
ANÁLISIS

Entre la autoridad política y los embates por la economía

La definición de las audiencias públicas para fijar los nuevos montos de las facturas de luz y gas expondrá si el Ejecutivo puede seguir intentando evitar que el déficit fiscal crezca desmesuradamente y también dar cumplimiento a lo acordado con el Fondo Monetario. Todo parece insuficiente dada la inercia inflacionaria en la que está inmersa la economía y la suba de costos en el sector energético, en el escenario de una interna sin fin.

La amenaza velada que dio en la intimidad de su gira europea Alberto Fernández, de echar del gabinete a los funcionarios de extracción kirchnerista que eventualmente se opongan a rubricar el nuevo esquema tarifario, pondrá a prueba más allá de la autoridad presidencial, la consolidación del rumbo económico firmado con las autoridades del organismo de crédito multilateral, acuerdo que el kirchnerismo parece combatir, día a día, con propuestas de inyectar más fondos aumentando salarios y subsidios para lo que cual se debería emitir más, en momentos que la inflación constituye una de las mayores preocupaciones de todos los sectores.

No estuvieron presentes en las audiencias el secretario de Energía, Darío Martínez, ni su segundo Federico Basualdo. Tampoco el titular del Ente Regulador del Gas (Enargas), Federico Bernal, y del Ente Regulador de la Energía Eléctrica (Enre), María Solidad Manín, todos con afinidad política con el Instituto Patria. En cambio sí hubo funcionarios cercanos al ministro de Economía, Martín Guzmán. En el kirchnerismo consideran que la suba avalada por Hacienda tendrá efectos recesivos en la economía y reducirá las chances del oficialismo en las elecciones nacionales del año próximo.

Desde su periplo europeo, el jefe de Estado hizo saber a su entorno que una vez que finalice esta instancia, las autoridades del área energética que responden a la Vicepresidenta, no tendrán excusas para adherir al nuevo esquema tarifario ya que, de lo contrario, no dudará en eyectarlos de su cargo. Ahora en Presidencia dejan trascender que Fernández está dispuesto a hacer valer su “lapicera”. Incluso el jefe de Estado escuchó la preocupación de dos “pesos pesados” del empresariado, Paolo Rocca y Luis Betnaza, de Techint, por las consecuencias que tiene sobre el sector la interna en Energía. La principal siderúrgica del país resultó adjudicataria del primer tramo de la obra del gasoducto que une el yacimiento de Vaca Muerta con la Provincia. Al igual que muchos gobernadores y los popes de la CGT, hay empresarios que piden al Presidente ese gesto de fuerza para ordenar una interna que, por momentos, paraliza la gestión.

Lo cierto es que durante la víspera funcionarios cristinistas negaron que puedan bloquear las subas tarifarias y que la advertencia presidencial sería una suerte de “puesta en escena” en medio de la disputa de poder en el seno del Frente de Todos. Incluso tanto Basualdo como el secretario Martínez visitaron durante el mediodía la obra de ampliación de la Central Termoeléctrica de Ezeiza, como una forma de mostrar “gestión” en medio de los cimbronazos internos. En los hechos, el funcionario camporista levantó el perfil mediático en los últimos días al compás del endurecimiento de la puja en el área energética.

Cerca del funcionario adujeron que no “son tantas” las diferencias del esquema de segmentación propuesto por su área para quitar subsidios con el que finalmente Economía intentará aprobar esta semana. Pero rechazan un nuevo aumento de tarifas de los servicios para el sector medio que lo votó en 2019 y que ya le dio las espaldas en las legislativas del año pasado. Lo cierto es que los técnicos cristinistas no participaron de las audiencias para evitar dar consentimiento al esquema impulsado por el Palacio de Hacienda. Parecería, con todo, un gesto de ambigüedad que busca sortear las críticas que reciben de un sector del FdT que los acusan de poner “palos en la rueda” al intento del Presidente por ordenar la economía. Se sabe que la estrategia de confrontación la define Cristina, como bien lo hizo saber durante su conferencia del último viernes en Chaco.

El oficialismo sigue sin superar sus enfrentamientos internos que según todas las encuestas lo dañan electoralmente. Los argentinos que sufren la crisis económica esperan que hasta los opositores digan cómo dejar atrás la angustiosa situación que atraviesan tantas familias.

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