MARKETING APLICADO

Amor marcario

El vinculo entre las marcas y la gente.

Ya hemos hablado en esta columna sobre las diferentes concepciones del trabajo de un publicista, sobre todo el que predomina a nivel local, vinculado al mero acto de difusión. Bajo esta idea, la lógica sería “publicito y vendo”. Nada más lejos de la realidad. 
Muchas veces le atribuimos a los niños cierta ingenuidad que los hace más permeables a las propuestas comerciales, claro porque ellos son “inocentones”. Ahora bien, ¿quién podría explicar lo que sucedió en el local de carteras de Palermo? (una reconocida marca lanzó una promoción y fue un escándalo entre corridas, empujones y tirones para llevarse algún producto). Más allá de esta locura irracional, no es la cartera lo que provoca la reacción sino algo más y sobre eso quiero hablarles. 
El fanatismo o amor por una marca no es consecuencia de la ingenuidad de un infante o de la superficialidad del adulto. En cierto modo, todos tenemos, aunque más no sea de modo inconsciente, un amor genuino por las marcas. ¿Vos crees que no? Anotá esto, los símbolos deportivos, también son marcas. Sigo, en consecuencia, podríamos pensar que detrás de este profundo nivel de identificación hay algo más, una construcción que genera una relación: amor. 
Más allá de las diferencias entre mercados, es decir no es lo mismo comunicar para una industria que para un local de indumentaria, hay una nueva dimensión que ha cobrado preponderancia y es la idea del contenido. En este sentido, las redes sociales habilitaron un espacio en el que muchos pusieron energía. En algunos casos con un abordaje singular, lo que les otorga personalidad, en otros replicando imágenes de diversas fuentes. Surge aquí, la tercera dimensión del trabajo, la que hace que tu marca además de ser “vista”, por su plan de medios y sus contenidos, sea reconocida y valorada, querida y recordada. Técnicamente podríamos hablar de conexión emocional (engagement), notoriedad, agrado, relevancia, consideración, preferencia, atribuciones y otras variables que determinan lo más importante, la posterior intención de compra. 
¿De qué se trata? De todo aquello que muchas veces es subestimado a nivel local pero valorado cuando se exponen casos con grandes marcas. Una frase memorable (slogan), una idea clara que se sostenga en el tiempo. Un recurso que le permita a la marca tener un tono de voz o su filosofía. 
Ya no solo se trata de crear el producto o servicio, darlo a conocer sino además imprimirle un estilo único por el cual la gente te elija por sobre otras propuestas, no se trata de hacer algo que nadie más hace sino de contarlo como nadie más lo cuenta. Y vos ¿qué tenés para contarme?.