KICILLOF JUNTO A MÁXIMO KIRCHNER, EN LA MARCHA/LA CÁMPORA
KICILLOF JUNTO A MÁXIMO KIRCHNER, EN LA MARCHA/LA CÁMPORA
ENCABEZÓ LA MARCHA JUNTO A MÁXIMO KIRCHNER

Kicillof jugó fuerte, fue al acto de La Cámpora y se diferenció de la Rosada

Axel Kicillof venía surfeando la pelea a campo abierto que libran el presidente Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Si bien en sintonía con la escalada de la disputa se había ido acercando a las posiciones más duras enarboladas por el kirchnerismo en torno del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional pero sin entrar en colisión directa con la Casa Rosada, ayer finalmente jugó fuerte y exhibió sin tapujos el alineamiento con su jefa política.

Esa gestualidad la corporizó por partida doble. En lo discursivo, con declaraciones sustanciosas y bien cercanas al ideario kirchnerista, y en lo presencial, al ser parte de la primera fila de dirigentes que, junto a Máximo Kirchner, marchó encabezando la nutrida columna de La Cámpora.

Antes de sumarse a esa demostración pública callejera con motivo del Día de la Memoria pero que tuvo la inocultable connotación de un desafío callejero a la orientación del gobierno de Alberto Fernández, el Gobernador lanzó algunas declaraciones filosas. Dijo que “no es momento de especular”, pero enseguida lanzó unas definiciones con las que buscó marcar cuál debería ser el norte de la administración del Frente de Todos. “Nos votaron para recuperar ingresos y salarios, la libertad y los derechos, y esa es la lucha que hay que dar”, disparó.

Kicillof añadió: “Nos votaron para recuperar la industria, el trabajo, para recuperar la libertad y los derechos y a eso hay que dedicarse todos los días, a ninguna otra cosa”.

El Gobernador además aportó su presencia para un foto de fuerte significado político que procuró exhibir de qué lado está la mayor parte del poder político y territorial del Frente de Todos en la Provincia. Fue la que se expandió como mensaje a la Rosada en la que apareció junto, entre otros, a Máximo Kirchner, el jefe de Gabinete bonaerense Martín Insaurralde, el hombre fuerte de Almirante Brown, Mariano Cascallares, el jefe territorial de Merlo, Gustavo Menéndez y otros camporistas de paladar negro como Eduardo “Wado” De Pedro (ministro de Alberto Fernández) y Andrés “Cuervo” Larroque, que ayer volvió a sacudir el tablero del oficialismo con fuertes declaraciones que hicieron blanco en el Presidente.

En medio de la escalada de tensión en el Frente de Todos, el acto por el Día de la Memoria parece haber sido el hito que terminó con esa suerte de neutralidad táctica de la que había hecho gala el Gobernador. En su rol de mandatario y dependiente de los fondos que le han llegado generosamente de la Casa Rosada, había surfeado la refriega oficialista. Pero en el pico de las tensiones políticas entre el Presidente y Cristina, ayer jugó fuerte. Aún con las disidencias que suele exhibir con La Cámpora y el núcleo duro de intendentes del PJ del Conurbano, hizo causa común con ellos.

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