MARKETING APLICADO

Venticuatro por siete

La digitalización de la experiencia.

No se trata de una situación matemática pero si de una multiplicación, esa necesidad que tienen los comercios de desarrollar cierta omnipresencia, es decir la disponibilidad todos los días, todo el día. Un despliegue que demanda, a priori un pensamiento básico y necesario. En la columna de hoy, las redes como primer punto de conexión con los clientes. 
La pregunta que debemos hacernos es ¿qué vendo? En consecuencia, la información relevante, esa que debe estar accecible, bajará en cascada. Ferreterías, pizzerías, bares, locales de indumentaria, kioscos. Más allá del tipo de negocio, el ejercicio es ponerse en el lugar del otro, siempre con la mirada puesta en el cliente. Siempre. 
Me pasó al querér comprar una pizza, en apariencia una operación simple.  Como todo inicio de transacción, recurrimos a las redes para tener un primer pantallazo y decidir. Una negociación familiar que requiere información relevante. Rúcula y parmesano, especial o cuatro quesos. El debate busca sustento informativo y los teléfonos exhiben los menúes en cuestión, al menos los que podemos encontrar y entender. 
Perfiles de negocios locales con fotos familiares, anecdóticas, publicaciones de más de un año o imágenes que lejos de postular la calidad exhiben el producto con tristeza, sin generar apetitosidad, tentación y ansiedad por pedirla. Una administración del contenido que no “le hace justicia” a la calidad, que por lo general es buena. ¿El menú? ¿Precio? Imposible, solo los pulgares más entrenados pueden lograrlo, esos que tienen la velocidad para navegar y encontrar la información que uno necesita, sobre todo con la velocidad que demanda un estómago hambriento.  
Hoy las marcas compiten en un mercado saturado de información donde los canales de comunicación se han saturado. Por ese motivo, el desafío es relevar la característica de tu negocio y formular el producto extendido como experiencia, en este caso, la digital. La tecnología ha traído la rapidez, el deseo de inmediatez. Ahora los clientes esperamos que nuestras demandas  se resuelvan sin llamar por teléfono. Por eso, es necesario tomar una posición proactiva y poner a disposición la información relevante en cada negocio. Hacela simple, decime lo que necesito saber, dejame la información a mano y después si, contanos lo que quieras, sobre tu vida y las anécdotas más divertidas que tengas. Siete por venticuatro, siempre disponible pensando en nosotros, los clientes.