Pasaron 965 días que Juan Martín Del Potro pisó por última vez una cancha de tenis en el marco de un torneo del circuito profesional. “La Torre de Tandil” adelantó el sábado pasado, en una conferencia de prensa, que el ATP 250 Argentina Open es más que una vuelta que una despedida del tenis.
“Todo el mundo esperaba que regrese al tenis, pero esto será más una despedida que una vuelta. Vengo haciendo demasiado esfuerzo para poder seguir adelante y la rodilla me tiene viviendo una pesadilla”, confesó Del Potro profundamente emocionado y entre lágrimas. Hoy, en la noche porteña, Del Potro estará presente en el court central “Guillermo Vilas” del Buenos Aires Lawn Tennis Club para enfrentar a Federico Delbonis, uno de sus mejores amigos del circuito y con quien integró el equipo argentino, capitaneado por Daniel Orsanic, que obtuvo la Copa Davis de 2016, en uno de los partidos de la primera ronda del Argentina Open. El hecho de la presencia de Del Potro en el torneo despertó el entusiasmo del público en general, que arrasó inmediatamente con las entradas disponibles por medio de la plataforma digital encargada de la venta de los boletos.
Nadie se quiere perder el regreso de uno de los mejores tenistas que ha dado nuestro país y que sino fuese sido por las lesiones y las cirugías a que se tuvo que someter vaya a saber dónde habría podido llegar el ganador del US Open 2009. ¿Qué se puede esperar de Juan Martín Del Potro en el partido de hoy frente a Federico Delbonis? De acuerdo a lo que se pudo ver en los entrenamientos, el saque y la derecha de Delpo están intactos. Claro que la inactividad de dos años y medio le restaron movilidad y desplazamientos teniendo en cuenta además que es un jugador de una contextura física corpulenta y robusta.
Además hay que tener en cuenta el punto de vista emocional de Del Potro, ya que se encontrará con miles de sensaciones en su interior con toda la multitud, que colmará el court principal del Buenos Aires Lawn Tennis Club, apuntando sus miradas hacia el jugador nacido en Tandil hace 33 años y que estará dando los últimos “martillazos” en una cancha de tenis.
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