En distritos del conurbano y algunos del interior de la provincia de Buenos Aires, muchas y muchos candidatos del exministro de Transporte Florencio Randazzo tomaron una decisión correcta. Depusieron sus candidaturas en vísperas de la general de noviembre, con el fin de fortalecer al Frente de Todos.
El 2017, para mí, fue -más allá de haber ganado una interna- la decisión más equívoca que tomé en mi corta carrera política. Esas expresiones políticas son las que plantean una evidente intencionalidad de sumar votos para la derecha, a sabiendas de que Florencio es un hombre que se ha transformado en eso mismo que Mauricio Macri en 2015 le reprochaba a Daniel Scioli. Pero claro, con la diferencia de que Daniel siguió siendo leal a la entonces presidenta Cristina Fernández en la toma de decisiones políticas, aun cuando se lo criticaba desde adentro. Entiendo perfectamente a las y los compañeros que felizmente optaron por esa medida. Florencio no tiene la capacidad de conducir y mucho menos la de contener.
¿Cómo puede contener un dirigente que no lo hace consigo mismo? Volver a elegir a Randazzo sería como desear que en la Argentina vuelva a gobernar la derecha con sus políticas de endeudamiento, destrucción del trabajo y de nuestras economías regionales, profundizarían sobre un esquema político conduciéndonos hacia la miseria total de la clase media y aun lo más triste, de las más vulnerables.
Daniel Giúdiche, Dirigente peronista
COMENTARIOS