Diego Santilli apuesta, ante todo, a retener los votos logrados en las PASO.
Diego Santilli apuesta, ante todo, a retener los votos logrados en las PASO.
DE CARA A LAS GENERALES

El número mágico que imagina Juntos para ponerse a cubierto de la embestida del PJ

Cuando alguien le acerca una encuesta que lo muestra manteniendo o, en algunos casos, ampliando la ventaja que la oposición en su conjunto obtuvo en las Primarias, frunce el ceño, achina sus ojos y dibuja en el aire algún ademán que denota desinterés. Diego Santilli no quiere saber nada con que le hablen de que las elecciones del 14 de noviembre puedan ser un trámite, un mero pase por ventanilla para cobrar dividendos y confirmar la foto electoral del mes pasado.
Cerca del candidato a diputado nacional opositor, se respira un clima de tranquilidad medida. Descreen, o al menos así lo dejan trascender, que la diferencia de 4 puntos con el Frente de Todos se estirará a 5 ó 6 como vaticinan desde el ala dura del PRO. Lejos de eso, están convencidos de que el peronismo ha puesto en marcha una maquinaria electoral aceitada que empujará la boleta que lidera Victoria Tolosa Paz.
“Se están moviendo fuerte, se los ve mucho más activos”, anotan dirigentes que transitan a diario el Conurbano. No solo se trata de militancia y fervor partidario. En el PRO aseguran ver un despliegue fuerte de recursos en varios distritos. Hay quienes incluso dicen conocer que estarían apareciendo adelantos del tesoro provincial para comunas gobernadas por el FpV. Se habla de unos 10 mil millones de pesos.
En el equipo de campaña de Santilli se han trazado una serie de metas en procura de neutralizar aquel envión peronista. Todas confluyen en el número mágico de 900 mil. Esos son los votos que buscan sumar y que, aseguran, los pondría a salvo de la arremetida oficialista.
Santilli y la lista que encabeza afrontan un desafío primario: retener la totalidad de esos 3,2 millones de votos logrados en las PASO, de los cuales Manes y el radicalismo aportaron casi 1,3 millones. “El 80 por ciento de esos votos están seguros, el resto hay que trabajarlos”, dicen en el PRO.
Acaso esa sea una de las razones por las que el neurocientífico, que va tercero en la lista, seguirá profundizando su propio perfil en especial en distritos del interior en los que ganó con notoria comodidad. Y coincidirá en actividades puntuales con Santilli. En amplios sectores de Juntos concluyen por estos días en que Manes terminó transformándose en una especie de tercera vía electoral, pero por adentro de la coalición opositora. Un rol que alguna vez representó Massa por afuera del peronismo.
La necesidad de retener buena parte de esa cosecha de votantes que se mueven fuera de la grieta impone para Juntos un desafío adicional. Porque, por un lado, Santilli deberá salir a fogonear el voto útil para restarles a Randazzo y Espert. Y por el otro, Manes, con un discurso más moderado, procurará evitar que se fugue la porción de electores que lo eligió cansado de la pelea que monopolizó la política en los últimos años.

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