La foto de Olivos avivó la desconfianza en el oficialismo y preocupa su impacto
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

La foto de Olivos avivó la desconfianza en el oficialismo y preocupa su impacto

La imagen del festejo de la primera dama en pleno confinamiento produjo un cimbronazo en el Gobierno. La oposición aprovecha el escándalo.

Solo la necesidad de llegar unidos a las próximas elecciones logró bajar los ruidos internos que provocó hacia dentro de “Todos” la difusión de la foto del cumpleaños de la primera dama Fabiola Yáñez pocas horas después que Alberto Fernández deslizara en que en pleno confinamiento no hubo reuniones sociales en Olivos.
Pero el kirchnerismo ya hizo notar su molestia con el primer mandatario por el error “de la querida Fabiola”, que provocó una crisis política a menos de un mes de los comicios y dio pie a la oposición para pedir el inicio del juicio político contra el Presidente.
Pese a que hace semanas circulaban acusaciones por los ingresos a la quinta presidencial en tiempos de cuarentena, el escándalo explotó con la fuerza de la imagen que mostró a Fernández, su mujer, otros 9 invitados y al perro Dylan durante la celebración.
Hasta entonces, el oficialismo había logrado desviar la atención hacia la cuestión género, por la supuesta vulneración de los derechos de las famosas que habían visto al primer mandatario en aquellos meses aciagos.
Como dijo el Presidente, la Secretaría General hizo públicos los datos que luego utilizaron algunos militantes del macrismo para investigar supuestos encuentros clandestinos. Pero no fue una concesión graciosa: hubo un pedido de acceso a la información que en junio obtuvo la organización Poder Ciudadano.

Ingresos
Como explicó su titular, Pablo Secchi, la entidad logró obtener rápidamente los ficheros con los ingresos, respaldada por un fallo judicial que dio respuesta a las demoras que en su momento incurrió la administración de Mauricio Macri para ventilar la información.
Lo cierto es que tras el impacto en las primeras horas del pasado jueves, el oficialismo tardó en reaccionar. Incluso se retrasó la agenda oficial del viernes del primer mandatario: el acto en Olavarría -en el que se ausentó Máximo Kirchner, autor del proyecto de rebaja a las tarifas de gas a las denominadas zonas frías que se presentó ese día-, fue el escenario que utilizó Fernández para ofrecer unas particulares explicaciones, descargando responsabilidades en la primera dama, que hizo recordar la alusión al fallecido Mario Meoni (ex ministro de Transporte) cuando hace unos días lo habían consultado por las visitas del empresario Chien Chia Hong –pareja de la asesora Sofía Pacchi- a la Residencia Presidencial en pleno confinamiento. 
Es que dentro de la coalición oficialista hay enojos pero también dudas de hasta dónde llegará este escándalo. Porque es un secreto a voces que hubo más encuentros y “asados políticos” durante los largos meses en que rigió el aislamiento preventivo y obligatorio (ASPO) como el que sí vio la luz el año pasado: el 22 de agosto el matrimonio presidencial agasajó a Hugo Moyano, su esposa Liliana Zulet y el hijo de ambos, Jerónimo Moyano, que en su momento ocasionó un revuelo mediático pero mucho menor al actual.
Los corrillos entre integrantes de las tres patas de la coalición oficialista -el “albertismo, el kirchnerismo y el massismo- en las últimas horas dan para todo. Por eso entre los estrategas de campaña hay temor a que aparezcan otras fotos.

Intentan dar vuelta la página
Cerca del Presidente intentan dar vuelta la página y enfocarse en la gestión y en los números de la economía que empiezan a mostrar una recuperación del salario real. “Estas operaciones que surgen en campaña para el que te apoya no tienen impacto y refuerza las críticas para quienes no te quieren”, fue la primera conclusión de un estrecho colaborador del Presidente que a pocas horas de que estallara el escándalo negaba que el jefe de Estado se haya “bajoneado” por la noticia.
Con el correr de las horas fueron apareciendo funcionarios que intentaron validar la autocrítica del Presidente. Ayer Santiago Cafiero, que fue el primer integrante del Gabinete en referirse al tema, dijo que “a la gente le debemos todas las explicaciones y las estamos dando, no a la oposición negacionista que endeudó al país por 100 años” y remarcó que “tenemos que dejar en claro esto: el Presidente no jodió a nadie y sin embargo ellos fueron a ‘liberar’ a Formosa y hacer marchas de contagio que luego suscitaron aumentos de contagios y muertes. Eso es necesario remarcarlo. Hay una necesidad de parte del Presidente de explicar que hubo un error, una equivocación”.
Desde el kirchnerismo hicieron notar su malestar, pero admitieron que la etapa proselitista hoy es el principal objetivo de la coalición oficial. Máximo pegó el faltazo al acto del viernes y está en duda la presencia de Cristina Kirchner en un encuentro de tono proselitista previsto para mañana en La Matanza, al que había sido convocada. “Hay mucho enojo”, reconoció una fuente kirchnerista consultada que justificó la ausencia del viernes del titular del bloque oficialista de la cámara baja. “Que se hagan cargo de esto”, azuzó.

La oposición va por el juicio político
La oposición ya presentó un proyecto de resolución en Diputados, firmado por Mario Negri y Christian Ritondo, entre otros, en el que pide el juicio político al Presidente “por mal desempeño y eventuales delitos en el ejercicio de sus funciones, de conformidad con lo que dispone el artículo 53 y concordantes de la Constitución Nacional”. Se trata de una medida simbólica porque la comisión de juicio político tiene mayoría oficialista.
En Juntos por el Cambio recordaron que, en paralelo, hay una causa judicial que se sustancia en los tribunales por las visitas a Olivos por la presunta violación del artículo 205 del Código Penal, el mismo que contempla el DNU que establecía la cuarentena. Y por el que el mismo oficialismo alentaba a denunciar a la línea 134 a los incumplidores de las medidas de restricción durante 2020.
Para la oposición se trata, en última instancia, de un salvavidas que le tiró el oficialismo cuando la campaña en Provincia muestra una tensión evidente en los armadores de Diego Santilli y Facundo Manes. “No podemos desgastarnos entre nosotros. Marca contra marca nos lleva 10 puntos ‘Todos’. Esperemos baje la espuma”, había explicado a comienzos de semana una fuente que trabaja por la candidatura del ex vicejefe porteño. Hoy nadie sabe cómo podría impactar en la elección el festejo clandestino de Olivos.

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