Facundo Manes alertó que se requiere reunir un ejército de casi 9 mil militantes para fiscalizar en el conurbano la elección ante Diego Santilli.
Facundo Manes alertó que se requiere reunir un ejército de casi 9 mil militantes para fiscalizar en el conurbano la elección ante Diego Santilli.
PANORAMA PROVINCIAL

Preocupaciones y estrategias a más de un mes del primer test electoral

La áspera interna opositora pareció en los últimos días comenzar a dar vuelta esa página de denuncias y acusaciones cruzadas, para dar paso a otra lógica de campaña que corrió la mira hacia el kirchnerismo. Se trata del mismo adversario de siempre, que en el envión inicial de la salida a la cancha de Facundo Manes y Diego Santilli había logrado mimetizarse en medio de la pelea entre el radicalismo y el Pro que costó un par de semanas y varias negociaciones bajarle el nivel de beligerancia.
Dentro de esa calma relativa, Manes encabezó en las últimas horas una reunión en Monte Grande donde quedó expuesta una de las grandes inquietudes de su equipo de campaña: cómo hacer para garantizar la fiscalización de los populosos 19 distritos del sur del Conurbano. Para esa faena se requiere reunir un ejército de casi 9 mil militantes, de los cuales solo 2.500 corresponden a La Matanza. Ese distrito junto a Lanús, donde gobierna el jefe de campaña de Santilli, Néstor Grindetti, son los que mayor preocupación generan. Creen que allí el Pro podría estar sacando alguna diferencia. “En el resto de la Provincia estamos bien”, señalan. Fue el mensaje que se bajó a los candidatos en ese encuentro del que participaron además Emilio Monzó y el presidente de la UCR bonaerense, Maxi Abad.
En sectores del radicalismo comenzó, además, a respirarse cierto alivio. Veían como la aceitada logística del Pro les estaba ganando la calle, pero este fin de semana aparecieron un nuevo spot, pasacalles, afiches y sombrillas que acompañaron a la militancia radical a “Dar el paso”, como viene proponiendo Manes como mensaje rumbo a la construcción del nuevo país que ofrece.
En el equipo de Santilli anida otra inquietud que tiene que ver con el retorno al país de Mauricio Macri. El rol del ex presidente en la campaña es motivo de debates y discusiones. Hay quienes preferirían apariciones muy controladas y esporádicas de Macri en la Provincia, un distrito en el que sigue sin levantar cabeza tras la derrota electoral. En ese debate, hay quienes incluso aconsejan que Macri debería hacer campaña en Capital Federal para apuntalar a María Eugenia Vidal.
En el Frente de Todos, las preocupaciones pasan por una situación económica y social compleja. Referentes sociales comenzaron a hablar de escenarios de estallidos, uno de los temores que pocos quieren hacer público. Cristina Kirchner exhibe casi a diario esa inquietud. En la Provincia cuentan que habla seguido con Augusto Costa, el ministro de Producción de Axel Kicillof para analizar a qué tipo de mecanismos se pueden apelar para intentar frenar los aumentos de precios que agravan el cuadro.
Esa situación que afecta en especial al Conurbano, donde se afinca el núcleo duro de votantes del peronismo. En el oficialismo buscan dar señales de que se viene el tiempo de la recuperación económica, con números positivos para algunas actividades. Pero es probable que ese rebote luego de la dura caída de la actividad en 2020 no alcance a percibirse en toda su magnitud.
La idea del oficialismo es avanzar rápido con las segundas dosis de las vacunas y generar con las nuevas aperturas, un clima social un poco más benigno para los candidatos del Frente de Todos. Kicillof también acaba de hacer lo suyo: la reunión que mantuvo con las entidades del campo apuntó a mantener vivo un canal de diálogo que, en rigor, nunca cerró. Aunque, para ello, debiera escuchar críticas, algunas fuertes, al Gobierno de Fernández.

COMENTARIOS