Peaje
MARKETING APLICADO

Peaje

Una cuestión de distancia.

Hace muchos años se viene hablando de la pérdida de puestos de trabajo en manos de la tecnología, básicamente del reemplazo de las personas por máquinas, pero poco se ha dicho sobre las personas que parecen máquinas. En la columna de hoy, repaso algunos conceptos referidos a las deshumanización laboral. 
Me pasó esta semana, al llegar al primer peaje que propone la ruta y toparme con un cartel que sugiere la intrepretación de más de 6 clasificaciones de precios. Por tipo de vehículo, horario, con descuento, sin descuento. Decidí focalizarme en la ruta, en hacer que mi auto ingrese por el carril correcto, al llegar al encuentro con el muchacho de la cabina surge esta columna: “¿Buen día, cuanto es?” pregunté amablemente. La respuesta fue cortante y tajante: “Ahí lo dice”. Nueve letras, tres palabras. Quizá un esfuerzo superior al de decir, “Hola, $170”. Era más simple, más agradable y hasta quizá marcaba un diferencial con la propuesta tecnológica que básicamente propone pasar con un lector que te cobra sin transacción alguna. 
Pasa en el peaje, pero también en los call centers. Un trabajo automatizado que transforma a los telemarketers en autómatas que no pueden establecer un diálogo coherente. También en otros oficios como los mozos, donde siempre el diferencial siempre estuvo en la amabilidad, la atención (de estar atento) y la experiencia entendida como eso que te hacen sentir cuando te retiras del lugar. Hoy, muchos chicos interpretan el rol como el mero hecho de “levantar un pedido” y para eso también surge la tecnología. Un código QR, tres botones y directo a la cocina. 
Todos hemos pasado por trabajos que no nos entusiasmaban pero probablemente si tratamos de hacerlo lo mejor posible tendremos más chances de salir de ese lugar y progresar, ser vistos como empeñosos que quieren ir un poco más allá. 
Lo veo en el peaje, en los telemarketers y en los mozos pero también en muchos otros trabajos que se van automatizando o mecanizando y, en ese proceso, deshumanizando. Prefiero no creer en la teoría de que la máquina lo reemplaza todo pero si seguimos por este camino quizá se cumplan las predicciones. 
Buen día, buenas tardes, buenas noches. Disculpas, muchas gracias y lo esperamos pronto. Buen viaje, buena semana. Frases, palabras que nos puden acercar al otro en un momento difícil. No lo digo solo por humanidad sino por competitividad porque mañana tu lugar puede ser reemplazado por alquien que haga lo mismo que vos, o mucho mejor, más rápido y a menor costo. Una cuestión de distancia, estrechemos los lazos, humanos.

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