Intentando un aporte
TRIBUNA DEL LECTOR

Intentando un aporte

Quiero alejarme de las permanentes discusiones y chicanas políticas sobre la pandemia que azota a nuestro país y el mundo. No me interesan “los ataques y las defensas” de lo que hacen los gobiernos, ya sea nacional, provincial o municipal
Simplemente, pienso y sugiero, sobre un tema muy crítico de lo que nos está pasando.
A mi criterio, compartido por casi todos los “que realmente entienden”, desde el punto de vista sanitario, enfrentamos dos grandes problemas: 1.- la falta de recursos humanos, especializados en el tratamiento de los cuidados que se dan en las salas de terapia intensiva y sus insumos; 2.- la falta de vacunas en tiempo y forma de provisión.
Esta falta de vacunas es muy probable que, en un tiempo variable, casi con seguridad, más corto de lo esperado, será remediable: son innumerables las que se están probando, testeando y fabricando, en el mundo, y muy pronto, la tremenda escasez actual, se verá satisfecha y contaremos con las dosis necesarias para una cobertura apropiada, aunque llevará años el trabajo de erradicación al menos de estas variantes virósicas.
La verdadera crisis, lo vengo sosteniendo desde los primeros momentos, es el recurso humano:
Médicos clínicos generalistas, neumonólogos, infectólogos, junto a kinesiólogos y psicólogos. También anestesistas y/o capacitados en intubación traqueal. Enfermería especializada en terapia y cuidados intensivos, enfermería profesional y todos los auxiliares que completan el equipo de salud.
Pero esta cantidad de recursos no se improvisa y lleva un tiempo considerable el prepararla y formarla.
Para remediar estas necesidades, es que le propongo al ministerio de Salud, en cualquiera de sus niveles, que piensen, organicen y resuelvan contratos transitorios de tiempos variables de 90, 120 o 180 días.
Estos contratos no son usuales en los Ministerios, pero ante la necesidad y urgencia de contar con los mismos, sería muy útil tenerlos y concretarlos.
La organización y los requisitos a valorar y cubrir, podría estar a cargo de un Ente Público de incuestionable jerarquía, como es la Escuela Superior de Enfermería de la Unnoba, por ejemplo.
Superada la crisis pandémica, se resolverán sobre las necesidades entre lo que termina y lo que deba continuar. Así, veríamos con satisfacción como se enfrentó este desafío que nos agobia a todos.
El personal tendrá su descanso, su recuperación y el reconocimiento económico justo a tanto sacrificio.
Piénsenlo todos los que deban trabajar en “esta solución”, que no contemple ni acomodos económicos, ni políticos, ni sindicales, que muchas veces discriminan y perjudican a las verdaderas soluciones.
Los “aplausos” y/o “las críticas” de tantos opinólogos, déjenlos para más adelante, cuando el pueblo deba votar. Ahora trabajen en serio.

Dr. Oscar E. Suárez
Médico jubilado, pero “preocupado”

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