Frente de todos
OPINIÓN

La violencia nunca es el camino

Nuestro país, lamentablemente, tiene una historia reciente negra en cuanto a la violencia política y la violación sistemática de los Derechos Humanos.
Mucho nos costó, como sociedad, recuperar la democracia, la libertad de expresión, la posibilidad de vivir en paz y con el pleno ejercicio de los derechos y las garantías que nos provee nuestra Constitución Nacional.
Y como dirigentes políticos, provengamos del partido que sea, enarbolemos las ideas y convicciones más diversas que sean, tenemos una responsabilidad común, que es la defensa de la vida en democracia, en paz, y con respeto al que piensa diferente.
La decadencia del discurso, e incluso del lenguaje político, el desprecio por las ideas ajenas y la negación del otro como sujeto con los mismos derechos que los propios es un peligroso retroceso en la construcción de un país más justo, más soberano y con más oportunidades de desarrollarse.
La utilización de la violencia verbal, como lo hizo esta semana el intendente de Ensenada, Mario Secco, que en realidad es el ejemplo más cercano, pero no el único, dentro de esta cadena de declaraciones tan estridentes como violentas, en sus formas y en sus contenidos, no aporta nada a la pacificación de un país y una provincia que vive una grave crisis sanitaria y económica. Los bonaerenses están muy preocupados por su salud, por la de sus familiares y amigos, angustiados por la falta de educación de sus hijos, con la incertidumbre de ver si llegan a fin de mes o no y sufriendo además un pico de inseguridad nunca antes visto.
Entonces, como dirigentes, desde el lugar que nos toca, en el Poder Ejecutivo, en los municipios, en la Legislatura, en los concejos deliberantes o desde nuestras casas, debemos contribuir a solucionar estos problemas y no a utilizar la violencia verbal y la confrontación política, que lo único que generan es más tensión y angustia en la sociedad.
Puntualmente en el caso del último acto del Frente de Todos en Ensenada, del que participaron el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina de Kirchner, escuchar al intendente local nos hizo a todos recordar una época a la que no queremos volver.
Y aunque ya nada nos sorprende, si nos interpela, porque en el momento que vivimos, la violencia y la prepotencia no es la salida.
Nuestra responsabilidad es la defensa de los intereses y los derechos de los vecinos que la están pasando muy mal, con sus garantías constitucionales coartados en nombre de la pandemia. Unos no pueden ir a la escuela, otros no pueden trabajar, otros no pueden atender su salud.
Pero lo que estamos viviendo no es una guerra. Es un momento difícil, que necesita de cada uno de los argentinos para salir adelante con seriedad, con sensibilidad y conteniendo a todos.

(*) Diputado provincial de Juntos por el Cambio

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