siguen las internas en el gobierno
Siguen las internas en el gobierno
OPINION

El Gobierno sigue con las internas, pero alinea su discurso por la deuda

“Marcela (Losardo) hizo exactamente lo que yo le pedí”. La frase fue pronunciada por Alberto Fernández segundos antes de tomarle juramento a Martín Soria como nuevo ministro de Justicia.

El Presidente buscó así reivindicar a su amiga personal, cuya ausencia se notó ayer en la Casa Rosada, pero a la vez reveló una de las internas políticas que surcan a su administración.

De hecho, Soria reemplaza a Losardo con el objetivo de darle más impulso a la teoría del “lawfare” que esgrime Cristina Kirchner como explicación ante las causas judiciales que pesan en su contra. La llegada del rionegrino al Gabinete nacional fue interpretada como otro ejemplo de la avanzada de la Vicepresidenta.

Y ahora, cerca del Presidente alumbra una jugada de compensación. El apuntado, no es otro que Sergio Berni. El ministro de Seguridad bonaerense irrita a los integrantes del Gabinete nacional por sus modos y porque no reconoce el liderazgo político de Alberto Fernández.

El Presidente dio orden de respaldar a Sabina Frederic y ayer hubo otra foto de intendentes del PJ del Conurbano junto a la funcionaria. Por las oficinas de la cartera de seguridad pasaron jefes comunales de peso en la Tercera Sección Electoral como Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) y Mariano Cascallares (Almirante Brown), para coordinar el desembarco de gendarmes en sus distritos, sin consulta previa a Berni.

Ayer, hasta circuló el nombre de un intendente mencionado para reemplazar al polémico ministro. En la Casa Rosada, en tanto, se los pudo ver ayer al senador Oscar Parrilli –mano derecha de Cristina en el Instituto Patria- y a Juan Martín Mena, el segundo de la cartera de Justicia que asumió Soria en un acto discreto.

La presencia de los alfiles de la Vicepresidenta dio cuenta de que se trata del asunto politico más sensible para la principal referente de la coalición gubernamental. No obstante, la presidenta del Senado también está abocada a la construcción de un acuerdo político entre el oficialismo y un sector de la oposición –pensaría en líderes como Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, Martín Lousteau y Gerardo Morales- para darle un marco institucional de previsibilidad a las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional.

Pese al ruido político y financiero que provocó la semana pasada cuando advirtió, desde Las Flores, que el país no puede pagar la deuda con el FMI porque “no tenemos plata”, la Vice consiguió en los últimos días que se alinearan detrás de ese discurso el propio Alberto –“Cristina tiene razón”, dijo- y otra figura relevante en el Frente de Todos, como lo es Sergio Massa.

 “La Argentina necesita acceder a un acuerdo con el FMI sustentable y pagable”, afirmó el titular de la Cámara de Diputadostrasacusar al ex presidente Mauricio Macri de haberfirmado “pagarésinsolventes”. Cerca de ministro de Economía, Martín Guzmán, advirtieron que “el préstamo tal como está es impagable y se require acuerdo con la oposición, dado que será a varios años”.

En ese punto radica la diferencia con Cristina: el ministro que viene llevando la negociación con el Fondo admite que el estatuto del organismo indica que la línea de “facilidades extendidas” tiene un plazo máximo de 10 años, pero la Vice plantea llevarlo a 20 y reclama una decision política del staff del FMI, comparable a la que adoptaron en 2018 cuando le dieron el préstamo a Macri

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